Fiesta y tragedia. Vivir y morir en la España del Siglo de Oro
Enrique Martínez Ruiz

De la Monarquía Hispánica se ha estudiado casi todo. Es, probablemente, el período, junto a la Guerra de Independencia y a la Guerra Civil, sobre el que más ha escrito la historiografía española. Qué duda cabe que ser el principal Imperio del planeta, la potencia más poderosa de Europa, conquistar todo un continente y unir dos océanos son alicientes suficientes para despertar el interés de nuestros historiadores y conseguir cierta recepción en un público algo renuente a la lectura. De ahí que las monografías se sucedan y todos los años aparezcan nuevos libros que abordan esta época. Normalmente, se trata de textos que versan sobre cuestiones políticas o militares, pues suelen ser las más atractivas para el lector profano. Sin embargo, en los últimos años han empezado a editarse trabajos, ya no solo académicos o especializados, que ahondan en otras perspectivas más inexploradas, singularmente en los ámbitos social, económico o cultural.

Esta tendencia, común a toda la historiografía, ofrece una visión de nuestra historia más rica y amplia, pues, al final, la Monarquía Hispánica la constituían un conjunto de personas, ideas y creencias, de las que los Consejos o los Tercios solo eran un reflejo. Estudiar distintos aspectos de la sociedad española de la época permite comprender cuáles eran las motivaciones, pesares y temores de un pueblo que se convirtió, casi sin quererlo y por una serie de acuerdos matrimoniales, en el rector de la política internacional. Todo ello en un momento sumamente convulso en el que el principal elemento cohesionador del continente, la Iglesia católica, se desgarraba por la aparición de la Reforma y del anglicanismo. En un escenario tan complejo, al que se sumaba la amenaza musulmana encabezada por el Imperio otomano, comprender las notas distintivas de la España de la época es fundamental.

El profesor Enrique Martínez Ruiz ha logrado en Fiesta y tragedia. Vivir y morir en la España del Siglo de Oro* sintetizar los principales rasgos de la sociedad española de aquel período. Aunque el título parezca centrarse en lo festivo y en lo trágico, lo cierto es que el libro abarca un sinfín de elementos representativos de la Monarquía Hispánica en los siglos XVI y XVII. Nada se omite y todo tiene cabida en un trabajo que ofrece una imagen completa y accesible de aquellos tiempos. Es un libro enciclopédico que cuenta con numerosas teselas: unidas con rigor por el autor, ofrecen un mosaico excepcional de las inquietudes de nuestros antepasados.

Así explica el autor el propósito de su trabajo: “[…] en esta ocasión lo que nos interesa es adentrarnos en el vivir y el morir de los españoles que existieron en el periodo que va desde fines del siglo XV hasta finales del XVII, pues al examinar las diferentes vertientes de la vida de nuestros antepasados de entonces, vemos que hay pervivencias y continuidades que nos permiten considerar ese periodo como un tiempo donde predominan las afinidades y la continuidad”.

La obra sigue una estructura temática (no tendría mucho sentido en este caso un esquema cronológico). Su diversidad la constata el número de sus epígrafes, treinta y seis, cada uno de ellos dedicados a una cuestión diferente. Es propio autor en la introducción de la obra divide esos capítulos en cinco grandes bloques. El primer bloque estará “dedicado al «ser» de los españoles, es decir, cuántos eran, qué y cómo sufrían, cuál era su organización social, dónde vivían y cómo era su familia”. El segundo bloque se ocupa de “la «vida», por lo que nos referimos a sus creencias y actitudes, profundizando en el análisis del rey y la corte, en los componentes de los tres estamentos en que se organizaba la sociedad de entonces, en las minorías y en diversas facetas de la supervivencia: comer, vestir, amar, jugar, relacionarse, leer, escribir, estudiar, etcétera”. El tercer bloque aborda “la fiesta en toda su amplitud, desde la fiesta palatina y cortesana hasta la profana y religiosa”. El cuarto bloque se centra “en la transgresión y en la represión, desde el carnaval, la magia y la superstición hasta la Santa Hermandad y la Inquisición”. También hay un epígrafe dedicado a la mujer y su encaje en la sociedad de la Monarquía Hispánica. En el último bloque se analiza la muerte, el bien y el mal morir, la muerte en la guerra y en el mar, concluyendo con los entierros y funerales.

La sociedad española que emerge de estas páginas tiene similitudes con la del resto de países europeos, pues no éramos (ni somos) una rara avis dentro del continente. Nuestros gustos e ideas se asemejaban a la de los franceses e italianos; al igual que ocurre ahora. A pesar de no contar con las tecnologías de comunicación de las que hoy disponemos, las nuevas corrientes artísticas y de pensamiento fluían por todos los Estados, influyendo en la forma de entender el mundo de artistas, políticos o pensadores. Incluso los gustos por la comida o las costumbres asociadas a las bodas viajaban de un país a otro. De ahí que compartamos muchos rasgos con nuestros vecinos europeos. Dicho esto, también hay que remarcar las peculiaridades propias de un pueblo, el español, que contaba con unos principios muy arraigados y con unas tradiciones y costumbres muy ligadas a su peculiar pasado. De hecho, fuimos el único país europeo conquistado casi por entero por el islam, que hubo de reconquistarse a sí mismo. Ese factor, al final, condicionó mucho la mentalidad española.

De la obra se trasluce que no fuimos una sociedad rancia y encorsetada por el conservadurismo de la Iglesia Católica, ni tampoco un país de soldados sin grandes hombres de estado o pensadores. Ambas imágenes se han perpetuado como características de la Monarquía Hispánica y muchos las asocian a ese período. El trabajo del profesor Martínez Ruiz muestra, por el contrario, una sociedad con muchos más matices, en la que cohabitan diversas formas de entender el mundo. Como explica el autor: “Hacemos así un recorrido completo por el vivir y morir de los españoles del Siglo de Oro, con sus grandezas y miserias, sus luces y sombras en el seno de una sociedad que palpita, sufre, se divierte, delinque, peca, reza y muere”.

Enrique Martínez Ruiz es catedrático de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid. Profesor invitado en diversas universidades extranjeras, su actividad académica e investigadora se ha visto reconocida con la concesión del Premio Nacional de Historia de España (1982 y 2009) y el Premio de Ensayo y Humanidades Ortega y Gasset Villa de Madrid (2009). Asimismo, es académico numerario de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, Académico correspondiente extranjero de la Academia Portuguesa de Historia y correspondiente de la Real Academia de la Mar. Autor de más de trescientas publicaciones especializadas, que le han situado como uno de los máximos expertos en Historia Militar y en la Historia de las Instituciones, entre sus libros destacan Los soldados del rey. Los ejércitos de la Monarquía Hispánica. 1480-1700 (2008), El Ejército del Rey. Los soldados españoles de la Ilustración (2018), Desvelando horizontes. La circunnavegación de Magallanes y Elcano (2016-2020 o Felipe II. Hombre, rey, mito (cuya reseña puedes leer aquí) y Las flotas de Indias (aquí).

*Publicado por Esfera de los Libros, junio 2023.