Los galeones de las especias. España y las Molucas
Leopoldo Stampa Piñeiro

La gran desconocida de la historia del Imperio español es la presencia hispana en el Océano Pacífico. Solemos asociar el Siglo de Oro de la Monarquía Hispánica al descubrimiento y a la conquista del continente americano, con olvido de las grandes gestas que se llevaron a cabo en el “Mar del Sur”, equiparables a las alcanzadas en el Nuevo Mundo. Tal fue su importancia que, durante trescientos años, España controló el Océano Pacífico, sin que su hegemonía llegase a ponerse en duda. Ese control se mantuvo incluso cuando la debilidad de la presencia hispana era ya evidente y sus enemigos, poderosos. Baste recordar que las Islas Filipinas, centro neurálgico de la Corona en aquellos mares, permanecieron bajo soberanía española hasta 1898. Durante esas centurias, la Monarquía Hispánica logró articular un sistema político y económico que, con altibajos, funcionó encomiablemente, a pesar de los casi 12.000 km de distancia entre Manila y Madrid.

La relevancia del Lejano Oriente en los albores de la Edad Moderna no siempre se ha reconocido. Las grandes expediciones que Portugal y España pusieron en marcha en aquel período no se justificaban por un anhelo romántico de adentrarse en lo desconocido, sino por un interés mucho más material, ligado a los beneficios económicos. La importancia de las especias, que puso de manifiesto Jack Turne en su fascinante obra Las especias. Historia de una tentación (cuya reseña puedes leer aquí), fue el principal impulso que movió a las autoridades públicas, a los aventureros y a los comerciantes a embarcarse en estos proyectos de resultados inciertos, pero muy lucrativos cuando salían bien. Cristóbal Colón, más que intentar la exploración de un continente ignorado, pretendía alcanzar, por una nueva ruta, las exóticas islas de la Especiería y el codiciado mercado asiático. Que su expedición se encontrase con América fue un feliz accidente.

En los últimos años ha proliferado una corriente historiográfica que busca rescatar del olvido el legado español en aquellas tierras. Metahistoria se ha sumado a ese fenómeno con la elaboración de un vídeo dedicado al Galeón de Manila (que puedes ver aquí). El embajador Leopoldo Stampa Piñeiro avanza en esa misma línea con Los galeones de las especias. España y las Molucas*. Un trabajo ameno y divulgativo, pensado para el gran público, que retrata la compleja relación trabada entre el Imperio y esas diminutas islas cargadas de tesoros.

Como se explica en la contraportada del libro, “El Imperio español en las Indias o el levantado en el lejano Oriente, igual que los imperios asiáticos creados por Portugal, Gran Bretaña o los Países Bajos, fueron, en buena medida, la consecuencia del complejo hallazgo de la canela, el clavo y la pimienta, en lugares cuyo acceso estaba más allá del alcance de la fantasía. Por eso, la memoria de los hombres que partieron en su busca, de sus naves, de sus éxitos, de sus logros y de sus sacrificios, debe constar una y otra vez. Y en ella hay que consignar la mención específica de los triunfos, los alcances y las experiencias irrepetibles […] La presencia española en las Molucas fue dura y breve, pero, como en tantos otros lugares lejanos, de ella quedan más que vestigios: desde un idioma criollo específico hasta una importante herencia religiosa y documental”.

El relato de Stampa Piñeiro es una historia agridulce. Narra la extraordinaria lucha de unos pocos hombres contra la naturaleza y contra otras potencias europeas y asiáticas, cuyo saldo final fue de dudosa rentabilidad para España, que nunca llegó a imponerse definitivamente en la región y terminó por replegarse a territorios más seguros. A pesar de que contaba con sólidos enclaves, la presencia hispana en las Molucas siempre fue precaria. Portugueses, holandeses y nativos no nos pusieron las cosas fáciles, sabedores de los peligros que podría acarrear que la gran potencia mundial del momento se hiciera fuerte en una de las mayores áreas de riqueza comercial del planeta. Incluso en los momentos de paz, la tensión y los enfrentamientos eran continuos. Las autoridades españolas debían afrontar con escasos recursos una multitud de peligros e imprevistos, de los que solo a veces salían (casi milagrosamente) victoriosas. No era extraño que, en otras ocasiones, el desenlace fuese más amargo.

Leopoldo Stampa, antes de analizar la presencia española en las Molucas, lleva a cabo un sucinto pero pormenorizado examen del estado de la Armada española de la época. En estos epígrafes, de gran interés, describe los tipos de navíos que se utilizaban (naos y galeones), cómo y dónde se construían, cómo se financiaban las flotas, la vida a bordo y los distintos escenarios en los que intervino la Marina hispana durante los reinados de Carlos I y Felipe II (Mediterráneo, Atlántico, Pacífico o Mar del Norte). El autor también explica por qué eran tan codiciadas las especias, cuáles eran las más anheladas y dónde se hallaban. A los efectos de la obra, los dos enclaves más importantes eran las islas de Ternate y Tidores, situadas en lo que hoy es Indonesia. Ambas son de pequeñas dimensiones, pero muy ricas en productos como el clavo o la nuez moscada.

Una vez realizada esta contextualización, el autor se adentra en las expediciones que se fletaron para encontrar una ruta a la Especiería distinta a la utilizada por los portugueses (quienes controlaban el Atlántico oriental y el Índico). En este bloque temático, la protagonista indiscutible es la expedición de Magallanes, pero también se abordan otras de gran relevancia en su momento. Entre ellas destaca la (hoy casi olvidada) que estuvo al mando de García Jofre de Loaysa, a raíz de cuya presencia en aquellos mares comenzaron los enfrentamientos entre españoles y portugueses. Las disputas de ambos reinos peninsulares en la región se prolongaron a lo largo de la centuria y solo aminoraron cuando Felipe II ocupó el trono de Portugal. A partir de ese momento, los holandeses se convirtieron en los principales adversarios: sus continuas escaramuzas y asaltos concluyeron con la firma del Tratado de Westfalia y la renuncia de España a controlar las Molucas.

La obra de Stampa Piñeiro se detiene en los sucesos ocurridos a lo largo de los aproximadamente 120 años de los que se ocupa, a la vez que detalla el devenir de la presencia hispana en aquellas tierras. Entre esos acontecimientos, la mayoría de carácter bélico, hubo verdaderas gestas, en las que los españoles hicieron frente a poderosos enemigos con apenas herramientas con las que defenderse. El recuerdo de esas gestas se transforma en un homenaje al esfuerzo y al sacrificio de sus protagonistas.

Concluimos con estas palabras del autor: “Por este motivo, para que no sea así, la referencia a esa memoria, a la de sus hombres, a la de sus naves, a las de sus éxitos, a la de sus logros y a la de sus sacrificios debe constar en el haber del balance de esa cuenta de resultados de la que hablaba. Y repetirla una y otra vez. Y en ella hay que consignar la mención específica de los triunfos, los alcances y las experiencias irrepetibles: el descubrimiento de un nuevo océano que daría acceso a Asia por el occidente; la travesía del estrecho, al sur del continente americano, que permitió la unión oceánica entre América y Asia; la primera circunnavegación de la Tierra; el descubrimiento de las islas Filipinas, en las que los españoles se asentarían hasta casi comienzos del siglo XX, y de otros archipiélagos durante la travesía del Pacífico; el hallazgo de los vientos y de las corrientes que hicieron posible el tornaviaje y, gracias a ello, la creación de la ruta comercial Manila-Acapulco a través del galeón que perpetuó más de 200 años ininterrumpidos de singladura”.

Leopoldo Stampa Piñeiro (Valladolid, 1949), diplomático de carrera, ha servido en la Embajada de España en la República de Hungría, en la Representación de España ante la OTAN y en el Consulado General de España en Houston (Estados Unidos). Ha ocupado cargos relevantes en los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa. Miembro y cofundador de la Asociación de Amigos de la Historia Militar, es autor de más de una veintena de obras, entre las que destacan Spain and the Moluccas. Galleons around the world, Pólvora, plata y boleros; La batalla de Almonacid, La Guardia Real a través de su historia. Es, asimismo, coautor de Regimiento de Pavía. 500 años de historia, junto con Julio Albi.

*Publicado por la editorial Edaf, marzo 2020.