Un país en crisis. Crónicas españolas de los años 30
Sergi Dòria (ed.)

La España de los años treinta del pasado siglo era un país en plena ebullición. Los cambios que se estaban produciendo en todos los ámbitos de la sociedad provocaron, a partes iguales, grandes avances y una considerable inestabilidad. La República solo fue el colofón de un proceso que en apenas tres décadas había transformado radicalmente el panorama político español. El desastre del 98 fue el punto de inicio y en los años siguientes numerosos artistas e intelectuales reclamaron una “revolución”, aportando cada uno sus propias recetas para frenar el declive de la nación. Uno de los medios preferidos para canalizar las demandas de los diversos grupos fue la prensa que, en aquellos años, vivió una edad de oro. La ampliación del sufragio y la aparición de los partidos de masas dio la oportunidad a los medios de comunicación de ampliar su público. Las ventajas fueron utilizadas rápidamente por todos los actores sociales y la difusión de periódicos y revistas se disparó.

La emergencia de la prensa “moderna” no fue un fenómeno exclusivo de España, sino que se reprodujo por todo el mundo occidental. Hasta entonces, las crónicas que se publicaban estaban escritas por “aficionados” y, salvo contadas excepciones, no existía la figura del corresponsal o del periodista de investigación. A partir del siglo XX esta tendencia cambia y los medios pagan regularmente a escritores o pensadores para que colaboren en sus páginas, enviándolos incluso a otros países a que cubran noticias. Al mismo tiempo, el interés por cuestiones ajenas a la política se acentúa y los reportajes sobre colectivos más desfavorecidos o sobre temas sociales empiezan a ocupar espacios en los tabloides. Madrid y Barcelona se convierten en los principales polos de una difusión que, poco a poco, se irá generalizando por el resto del país.

En su obra Un país en crisis. Crónicas españolas de los años 30*, el periodista Sergi Dòria rescata del olvido textos publicados durante la década de los treinta. La suya es una antología que reúne tanto a grandes figuras como a periodistas menos conocidos, cuyos artículos retrataron la España de aquella época. Como explica el autor, “Además de recuperar una generación de cronistas que, salvo excepciones, fue arrasada por la guerra civil con sus muertes y exilios, esta antología desmiente que el Nuevo Periodismo —esto es, contar la realidad como una novela— lo inventaran Truman Capote o Günter Wallraff: mucho antes hubo reporteros que se mimetizaron con el microcosmos social que pretendían revelar a sus lectores. Sus crónicas iluminan la creativa y cruel década de los años treinta, tan pródiga en genialidades como en desgracias”.

La España que emerge retratada en los distintos capítulos del libro es una España de contrastes. Aunque la situación política se aborda en varios, la mayoría de los textos se ocupan más bien de la parte de la sociedad marginada y olvidada. La vida nocturna, los barrios pobres o las penurias de las clases bajas llenan muchas de las páginas de la obra. De este modo, frente a la imagen que presentan los libros de Historia (centrados en los grandes sucesos políticos), aquí podemos encontrar una visión más descarnada y cercana de lo que fue nuestro país para la gran mayoría de sus habitantes. Los avances perceptibles en todo el continente europeo no llegaban al mismo ritmo a los distintos rincones de la Península: la riqueza de unos contrastaba con la miseria de otros. Mientras tanto, la crisis del 29 empezaba a sentirse con fuerza en la España republicana.

Entre los autores que reúne Sergi Dòria se hallan personajes tan conocidos como Josep Pla, Ramón J. Sender, Gaziel, Agustín de Foxá o Carles Sentís. Los acompañan otros tristemente olvidados por el gran público, como Gabriel Trillas, Francisco Madrid, Irene Polo o Magda Donato. De todos se hace una pequeña introducción biográfica al inicio de cada capítulo. Por lo demás, los temas abordados son tan dispares como sus autores. En las veinticinco crónicas que conforman el libro se habla, por ejemplo, del barrio chino de Barcelona; de la pobreza de Las Hurdes (artículo que inspiró a Buñuel su documental “Tierra sin pan”); de la visita de Buster Keaton a España; de los comedores sociales; de la madrugada madrileña; del interminable viaje entre Barcelona y Murcia; de la matanza de Casas Viejas; del golpe de Companys en Barcelona o de la evasión de capitales, por citar solo algunos.

Como explica el editor en el prólogo de la obra, “La mayoría de las crónicas seleccionadas en este volumen provienen de los semanarios Estampa, Crónica —en menor medida Mundo Gráfico y los semanarios catalanes Imatges y Mirador—, así como de los diarios Ahora, La Libertad, Las Provincias, La Vanguardia, La Veu de Catalunya y L’Instant. Sus autores son, en su mayoría, jóvenes entre la veintena y la treintena, con una escritura que denota la narrativa febril de la radio, la velocidad de los raids áereos y las conversaciones de un guion cinematográfico. El modus operandi informativo sigue vigente en las crónicas en soporte audiovisual que hoy nos ilustran sobre el ‘vivir cada día’, los ambientes marginales y el funcionamiento ‘puertas adentro’ de determinados círculos sociales, entidades o instituciones”.

Al igual que sucede en toda obra colectiva o con cualquier antología, al lector le interesarán más unos artículos que otros, prestará más atención a unas historias que a otras y le gustará más un estilo que otro. Dada la heterogeneidad de la muestra elegida por Sergi Dòria, es normal que así suceda. No obstante, el libro no tiene por finalidad complacer al público, sino mostrar, a través de una exquisita selección, el incipiente periodismo que se estaba desarrollando en España, descubriéndonos a unos pioneros de esta profesión que, sin formación (periodística) previa, se lanzaron a las calles en busca de la realidad de su país. Un esfuerzo encomiable que quienes integran hoy los medios de comunicación deberían leer, pues son muchas las lecciones que contiene. La España reflejada en sus crónicas, la España de la República y de los años treinta, era un país en búsqueda de su identidad y extremadamente frágil.

Sergi Dòria (Barcelona, 1960) es doctor en Ciencias de la Comunicación, periodista cultural de ABC y profesor en las universidades Internacional de Catalunya y Ramon Llull. Autor del libro-reportaje La Guineueta (1995) y de Imatges 1930. Barcelonins i moderns (2004), coeditó con Sergio Vila-Sanjuán Paseos por la Barcelona literaria (2005) y editó el libro de viajes Boston-Barcelona (2006). Ha publicado ediciones críticas de las novelas de Ignacio Agustí, la obra de Josep Pla, la guía literaria La Barcelona de Carlos Ruiz Zafón y la biografía Ignacio Agustí, el árbol y la ceniza. También es autor de las novelas No digas que me conoces (2015) y La verdad no termina nunca (2018).

*Publicada por Edhasa, noviembre 2018.