Tres coronas para un rey. La empresa de Enrique III y sus misterios
Nuccio Ordine

 La historiografía no se tiene que limitar al análisis de batallas, coronaciones reales  o decisiones parlamentarias. El campo de investigación es mucho más amplio y abarca cuestiones considerablemente heterogéneas (y, en ocasiones, un tanto peregrinas). Para conocer el pasado y, en especial, para conocer las sociedades que nos han precedido, es necesario ir un paso más allá de la mera enumeración de fechas o de hitos destacados. Poco se puede comprender si no se aborda por qué sucedió un acontecimiento de una determinada manera y no de otra y qué causas lo determinaron. No es fácil discernir, a posteriori, todos los factores que rodean un hecho, pues las variables son casi infinitas, pero resulta imprescindible adentrarse en su contexto social, económico o cultural para entenderlo mejor.

Entre los temas no demasiado tratados por la historiografía tradicional se encuentra el estudio de la proyección del poder real en la Edad Moderna. En los últimos años, cada vez más historiadores se han interesado por él. Hoy nadie duda de que la imagen, el marketing y la publicidad constituyen un elemento capital a la hora de hacer política. La “propaganda” ha devorado al mensaje y el continente prima sobre el contenido. Las elecciones y los medios de comunicación empujan a una perpetua campaña electoral. Hace quinientos años esto no suponía un problema: el poder recaía en el rey, que gobernaba de forma absoluta. Ahora bien, el monarca, aún legibus solutus, no era completamente libre: un soberano que iba frontalmente contra su pueblo y contra sus consejeros corría el serio riesgo de acabar mal. Por esta razón la proyección del monarca se trataba con exquisito cuidado, llegando a ser una cuestión de estado.

El protocolo, las apariciones públicas, las representaciones artísticas… nada se dejaba a la suerte y todo estudiaba al milímetro. El engranaje ceremonial era muy importante y en varias ocasiones se produjeron incidentes diplomáticos por el orden de recibimiento a los embajadores o por su emplazamiento en un acto social. Lo mismo ocurría en la Corte, regida por un estricto protocolo que testimoniaba el auge o la caída de un personaje. El estudio de esos aspectos conlleva profundizar en realidades que trascienden la política y se adentran en el espíritu de la época.

Esto es lo que el prestigioso profesor Nuccio Ordine acomete en su obra Tres coronas para un rey. La empresa de Enrique III y sus misterios*. Un trabajo que ahonda en la relevancia y el significado de una serie de emblemas relacionados con el monarca francés Enrique III. Lo que no deja de ser un pretexto para exponer la cultura y política del siglo XVI.

En un compendio de erudición, Nuccio Ordine explora las colecciones de emblemas y empresas de la Europa del siglo XVI, centrando su investigación en el reinado de Enrique III, de gran inestabilidad por las concesiones a los hugonotes y las luchas de religión en el seno de la sociedad francesa. De hecho, el rey murió asesinado por un fraile dominico. Su muerte marcó el fin de la dinastía Valois y la llegada al trono de Enrique IV. En este complejo escenario, el ensayista italiano escruta inscripciones, cartas, retratos, documentos diplomáticos, obras literarias y filosóficas, analiza los bailes y las fiestas, las marcas tipográficas, las encuadernaciones, las entradas triunfales de reyes y reinas del período. Explora los ambientes artísticos y literarios de Francia e Inglaterra, para, de esta forma, reconstruir los engranajes diplomáticos que unían a la corte del rey de Francia con las de la reina Isabel I y María Estuardo.

Así lo explica el propio autor: “Una empresa no surge de la nada. Responde siempre a una tradición en la que la literatura e historia, acontecimientos políticos y religiosos se entrelazan en una complicada relación que resulta incomprensible si no se examinan a fondo la complejidad y los múltiples aspectos del milieu intelectual, artístico, religioso y diplomático en el cual han sido concebidos tanto el lema como la figura, esto es, el alma y el cuerpo de dicha empresa. Interpretar la empresa de Enrique III […] significa ante todo tratar de reconstruir el debate que tuvo lugar en Francia y en Europa en torno a los misteriosos proyectos político-culturales representados por el símbolo de las tres coronas y por el lema «Manet ultima coelo»”.

A diferencia de sus dos anteriores obras que le dieron fama mundial, La utilidad de lo inútil y Clásicos para la vida, dirigidas a un público amplio y escritas de manera amena y divulgativa con la finalidad de ensalzar el estudio de las humanidades, Ordine acomete ahora un estudio más académico y complejo, que requiere del lector toda su atención para comprender las implicaciones de lo que expone. Se trata de un libro brillante que recorre la Francia del siglo XVI (y, en cierto modo, la Europa de aquella época) a través de un exhaustivo análisis de la historia cultural. La intriga, el arte, la alta política, las relaciones sociales, todo tiene cabida en este trabajo al que acompaña un apéndice de más de cien páginas con ilustraciones que contextualizan lo explicado en los epígrafes previos.

Concluimos con esta reflexión del académico francés Marc Fumaroli en el prefacio de la obra: “La erudición y el ingenio de Nuccio Ordine nos permiten recorrer este laberinto semántico asegurándonos varias posibles salidas. Ordine no somete nunca el «pensamiento salvaje» del siglo XVI al lecho de Procusto de la razón abusivamente identificada con la lógica matemática y el principio de no contradicción. Nos guía en una expedición antropológica hacia el descubrimiento de una época de gran inteligencia en la que no se nos pregunta si los símbolos surtían o no efecto, sino si su riqueza poliédrica y polisémica se bastaba a sí misma. Nos hace revivir -con el lenguaje mismo de las grandes personalidades de la época, genialmente fiel a la ambigüedad de la situación mundana y cósmica- una trágica coyuntura política en la que el Estado monárquico francés estuvo a punto de desaparecer a causa de las guerras de religión”.

Nuccio Ordine (Diamante, 1958) es profesor de Literatura italiana en la Universidad de Calabria y autor de diversos libros, varios de ellos sobre Giordano Bruno. Ha sido profesor visitante de centros como Yale, Paris IV-Sorbonne, CESR de Tours, IEA de París, el Warburg Institute o la Sociedad Max Planck de Berlín. Es también miembro del Harvard University Center for Italian Renaissance Studies y de la Fundación Alexander von Humboldt, así como miembro de honor del Instituto de Filosofía de la Academia Rusa de Ciencias y caballero de la Legión de Honor francesa en 2002.

*Editado por Acantilado, junio 2022. Traducción de Jordi Bayod.