URGOITI - TARTESSOS CIUDAD SIN HISTORIA

Tartessos. La ciudad sin historia
Joan Maluquer de Motes

De los muchos mitos que alberga la historia de España, el de Tartessos es uno de los más fascinantes. Hoy contamos con bastante más información que hace unas décadas sobre este pueblo del sudoeste peninsular; las investigaciones y excavaciones arqueológicas se han multiplicado, permitiendo que el rigor científico otorgue alguna consistencia a lo que no eran sino leyendas y fantasías. Aún así, al hablar sobre la civilización tartesia, todavía sobrevuela esa aura legendaria que nos hace asociarla a la famosa Atlántida de Platón o a una ciudad extraordinariamente próspera y desarrollada de la Antigüedad. Lo más peculiar del mito de Tartessos quizás sea que no fue ideado por los habitantes de la Península Ibérica: casi todas las fuentes y referencias sobre él se encuentran en los textos griegos y fenicios, que hablan de esta polis como un El Dorado escondido más allá de las Torres de Hércules. Su emplazamiento, sin embargo, todavía no ha sido localizado, a pesar de los esfuerzos realizados.

Sobre Tartessos se ha escrito mucho, bueno y malo, documentado y mera palabrería pseudo-histórica. La fiebre por esta legendaria civilización es relativamente reciente y, aunque las fuentes siempre han estado ahí, hasta mediados de siglo pasado no eclosionó el debate, impulsado por el historiador y arqueólogo alemán Adolf Schulten, quien se afanó estérilmente por encontrar las ruinas de la ciudad. Su reputación atrajo a otros investigadores que continuaron la labor iniciada, aunque no siempre siguieron sus procedimientos.

Entre los estudiosos de la cultura tartesia se halla el prehistoriador y arqueólogo catalán Joan Maluquer de Motes, uno de los primeros en tratar con rigor y con datos la existencia y las características de este pueblo. La editorial Urgoiti Editores recupera su trabajo Tartessos. La ciudad sin historia*, publicado por primera vez en 1970, en el que condensa sus conocimientos sobre esta cuestión.

Siguiendo la encomiable práctica de la editorial Urgoiti, el estudio preliminar aporta las claves necesarias para entender el contexto y el contenido de la obra de Maluquer de Motes. El estudio está a cargo, en esta ocasión, de Mª Eugenia Aubet Semmler, catedrática emérita de Prehistoria de la Universidad Pompeu Fabra, y de Francisco Gracia Alonso, catedrático de Prehistoria en la Universidad de Barcelona. Ambos analizan la biografía y la trayectoria académica del arqueólogo catalán y su interés por la civilización tartesia, cuyo resultado es el presente libro.

Como explica Mª Eugenia Aubet, “Hasta la llegada de Maluquer, en el ámbito científico e historiográfico de los estudios sobre los Tartessos de finales de los años 50, la cuestión en torno a esta cultura legendaria transmitida por las fuentes clásicas no había suscitado más que sentimientos encontrados y a veces dispares: desde la euforia y el optimismo, hasta la confusión, el desconcierto, la suspicacia y, finalmente, un cierto escepticismo. En este sentido, Maluquer supuso un revulsivo y el detonante que obligaría a un cambio drástico de paradigma en las bases teóricas, analíticas y metodológicas del problema de Tartessos. […] Malaquer proclamó la importancia de la arqueología y la necesidad de identificar los vestigios materiales de una ‘cultura’ o de una región cuyos límites geográficos parecían apuntar a la zona del bajo Guadalquivir y del Estrecho”.

La profesora Aubet incide en un aspecto clave de la obra de Maluquer de Motes: su interés por conocer los rasgos de la cultura material de los Tartessos, por encima de la obsesión de hallar su emplazamiento. El propio arqueólogo catalán abordaría este punto en la introducción de su libro: “La investigación actual española se ha planteado una grave cuestión. Si centramos el problema en hallar las ruinas de los Tartessos, ¿cómo sabremos que nos hallamos realmente ante sus ruinas si desconocemos qué es lo tartésico? Si Tartessos tuvo tan esplendoroso reflejo en el mundo oriental, es que sin duda alcanzó una civilización bien definida, capaz de materializarse en unas realizaciones suficientemente originales para ser reconocidas por la investigación arqueológica. En este caso, ¿no es más útil establecer con la mayor precisión cuál sea esa originalidad, su territorio, sus habitantes y su posible legado cultural peninsular posterior?”.

La obra de Maluquer hace, por tanto, un balance general de todo lo que se sabía sobre Tartessos en los años 70. Los primeros capítulos exploran, de este modo, las referencias, escritas o epigráficas, a esta civilización. Tanto en autores griegos (Avieno o Estrabón, entre otros), como en fuentes fenicias e incluso en la Biblia se hallan comentarios sobre la existencia de una próspera ciudad en el Atlántico. Esas citas, junto a los datos arqueológicos, permiten al historiador barcelonés reflexionar sobre la monarquía tartesia, sobre su posible organización social y sobre sus relaciones comerciales con el mundo oriental y atlántico. También hay un capítulo dedicado a ponderar las teorías más plausibles formuladas acerca de su ocaso que, para Maluquer, habría sido provocado por la decadencia económica aneja a la pérdida de la preeminencia comercial. Desecha, por lo tanto, los planteamientos que abogaban por una catástrofe natural o por su destrucción a manos de una fuerza invasora (Cartago o Gades habrían sido, para quienes defienden esta hipótesis, las causantes).

Una vez tratadas las cuestiones generales, el arqueólogo catalán se centra en la cultura material de Tartessos, en su escritura y en su herencia. La lectura de esta parte puede ser algo más compleja para quien no esté habituado a este tipo de obras, pues incluye numerosas descripciones y alusiones a hallazgos arqueológicos (cerámica, utensilios, monedas…) con un lenguaje predominantemente técnico. El texto, sin embargo, no es en absoluto indescifrable y puede ayudar al lector a familiarizarse con los métodos de producción y los materiales de la antigüedad. El interés que despertó el pueblo tartesio en griegos y fenicios se debió precisamente a la fama de sus metales, fuente de la riqueza de la ciudad. Conocer su cultura material nos ayuda, por eso, a entender el papel que desempeñó Tartessos en el Mediterráneo.

Editado por primera vez el libro hace más de cuarenta años, los avances ulteriores de la investigación arqueológica sobre la polis peninsular nos han permitido aclarar algunos de los interrogantes que la rodeaban. Subsisten, sin embargo, otros que mantienen encendida la llama del misterio y la leyenda asociados a esta mítica ciudad. Determinadas conclusiones que vierte Joan Maluquer de Motes podrán, seguramente, ser completadas o rectificadas por los especialistas de hoy, con los nuevos datos de que disponen. Lo que nadie puede poner en duda es la relevancia que tuvo este trabajo, pionero cuando se publicó. Más allá de lo actualizadas que estén sus hipótesis, merece la pena leerlo como punto de partida para descubrir qué hay detrás de uno de los grandes mitos de nuestra historia.

Joan Maluquer de Motes (1915-1988) ha sido uno de los más destacados referentes de la arqueología peninsular. Discípulo de Bosch-Gimpera y M. Almagro, reencarnó, junto a Lluís Pericot la “escuela catalana” de arqueología que fundara su maestro en 1915. Ejerció como catedrático en la Universidad de Salamanca desde 1949, donde fundó la revista Zephyrus y, desde 1959, en la Universidad de Barcelona, donde dirigió el Instituto de Arqueología y Prehistoria y su órgano de expresión, la revista Pyrenae. Paralelamente, dedicó buena parte de sus afanes al desarrollo de una infraestructura investigadora en el campo de la arqueología, y suyo fue el plan de estudios que renovó la enseñanza universitaria en nuestro país. Como arqueólogo, centró sus investigaciones en la protohistoria y en las fases finales de la prehistoria peninsular. Tartessos fue uno de sus leitmotivs, pero publicó además obras como Epigrafía prelatina de la Península ibérica (1968), La humanidad prehistórica, con Pericot (1968), o la Prehistoria en el vol. I (1947) de la Historia de España de Menéndez Pidal, y la Història de Catalunya de Pierre Vilar (1987), entre otros.

*Publicado por Urgoiti Editores, noviembre 2016.