FELIX GIL - HRM - SICILIA 1943

Sicilia 1943
Félix Gil Feito

En una escena de la película Patton de Franklin J. Schaffner, durante una reunión con el Estado Mayor inglés, el general americano que da título a la película hace el siguiente comentario: «I think it was Alcibiades in the Peloponnesian War, ah, 415 B.C., he said, ‘if Siracusa falls, all Sicily falls, and then Italy.’ He knew, you see, that Syracuse was the jugular of the island, and old Alcibiades always went for the throat. I propose to take Sicily in the same way«. A diferencia de la desastrosa expedición ateniense, el ejército aliado logró conquistar Sicilia en apenas dos meses, no sin antes superar numerosos obstáculos. Y aunque Siracusa no fue el objetivo principal de las tropas aliadas, la conquista de Sicilia fue el primer paso para la toma de Italia y la caída de Mussolini.

La operación Husky, nombre en clave que se dio a la invasión de la isla italiana, marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. Hasta entonces los aliados se habían limitado a contener el avance alemán, pero la victoria frente al Afrika Korps y la toma de control del norte africano permitieron a las fuerzas americanas e inglesas pasar a la ofensiva. Además, sería la primera vez que volvía la guerra al continente europeo tras la fulminante derrota francesa. Por último, se cumplía la promesa hecha a Stalin de abrir un nuevo frente en Europa para aliviar la presión de las castigadas tropas soviéticas. Todas estas cuestiones, junto con el desarrollo de la campaña siciliana, están recogidas en el libro Sicilia 1943. Los aliados asaltan la fortaleza Europa*, de Félix Gil Feito.

Sicilia Segunda GUERRA MUNDIALEl éxito de la operación Torch abrió nuevas posibilidades para el alto mando inglés y estadounidense. Desde 1942 se venía planeando una invasión del continente europeo a través del Canal de La Mancha pero los preparativos requerían su tiempo (no se produciría hasta dos años más tarde) y la insistencia de Stalin en abrir el nuevo frente provocó que se evaluasen otras alternativas. Como nos cuenta Félix Gil, las divergencias el seno de las fuerzas aliadas obligaron a celebrar una conferencia en Casablanca (enero de 1943) para decidir qué estrategia adoptar. Las dos opciones que había sobre la mesa eran Sicilia o Cerdeña. Ambas contaban con apoyos en las distintas delegaciones pero finalmente se impuso la opción siciliana, que era una apuesta personal de Churchill.

A partir de entonces y hasta que comenzaron los primeros desembarcos en suelo italiano en julio de ese mismo año, se llevó a cabo una intensa campaña de desinformación (en la que destacan las operaciones Barclay y Micemeat) y de preparación de los soldados. En el capítulo «Planes y fuerzas enfrentadas«, Félix Gil describe, por un lado, cuáles fueron los mecanismos utilizados por los servicios de inteligencia para ocultar todo lo posible el lugar de desembarco y, por otro lado, las discusiones dentro del Alto Mando del ejército para organizar la invasión, además de hacer un balance de las fuerzas disponibles de ambos contendientes. Llama la atención cómo únicamente se planificaron las primeras 48 horas de ofensiva, a partir de cuales se delegaban en los mandos militares sobre el terreno las decisiones a adoptar. Ni que decir tiene que esta forma de proceder ocasionó más de un contratiempo, como queda reflejado a lo largo de toda la obra.

Tras un ataque previo encaminado a neutralizar la fuerza área del Eje y la toma de las islas de Lampedusa y Pantelleria en la denominada operación Corkscrew, el 10 de julio las primeras tropas inglesas desembarcaron en las playas sicilianas. Félix Gil explica detalladamente cómo se desarrollaron las primeras 48 horas en los sectores inglés y estadounidense; la tónica general fue la descoordinación y la deficiente planificación material. La ausencia de una resistencia organizada por parte de los italianos y la tardanza en el intento de reacción de los alemanes permitieron que las tropas aliadas, a pesar de los errores, cumpliesen los objetivos marcados con cierta facilidad.

SOLDADOS SICILIA SEGUNDA GUERRA MUNDIALA partir de este momento la obra se centra en la narración de las pocas batallas que tuvieron lugar en suelo siciliano y en explicar las cuestiones tácticas y estrategias de la invasión aliada hasta la toma de Messina el 17 de agosto que marcó el final de la campaña siciliana. Al amante de la historia bélica estos capítulos le resultarán de gran interés pues la narración es muy fluida y amena. Cabe destacar de ellos: la eficaz resistencia alemana, que ralentizó y dificultó el avance aliado, a pesar incluso de la superioridad en hombres y materiales; los problemas de coordinación entre británicos y estadounidenses, reflejados en la mala relación entre sus dos principales generales, Patton y Montgomery; y la facilidad con que los alemanes pudieron evacuar a más de cien mil hombres de Sicilia sin ser molestados por los ejércitos aliados en la operación Lehrgang, que Félix Gil llama el «pequeño Dunkerque alemán».

Sicilia 1943. Los aliados asaltan la fortaleza Europa relata una de las operaciones menos conocidas de la Segunda Guerra Mundial cuyo interés radica en haber servido como campo de pruebas para el posterior desembarco de Normandía y en haber implicado el regreso de la guerra a Europa occidental. Fue una campaña relativamente plácida para los aliados, quienes no sufrieron excesivas bajas si las comparamos con las habidas en otros escenarios de la contienda, pero supuso una advertencia para los años venideros: el ejército alemán no sólo sabía atacar, su capacidad defensiva era también muy reseñable.

Félix Gil Feito es Licenciado en Humanidades y Máster en Estudios Hispánicos por la Universidad de Cádiz. Es director de la Revista Universitaria de Historia Militar y miembro del Grupo de Estudios de Historia Actual de la universidad gaditana.

*Publicado por HRM Ediciones, diciembre 2013.