El lector español, interesado en la historia de su país, tiende a referirse a los Países Bajos como aquellos territorios que se independizaron de la Monarquía Hispánica allá por 1648, tras la firma del Tratado de Westfalia que puso fin a una guerra de ochenta años. Probablemente ese lector querrá conocer qué motivo llevó a tantos monarcas a dilapidar la riqueza de España y un ingente número de hombres y recursos en un territorio que, en apariencia, no tenía gran interés para la Península Ibérica. Se suele argumentar que fue, principalmente, una cuestión de orgullo, pero lo cierto es que las causas fueron bastante más complejas, con muchas variables económicas, religiosas, políticas y estratégicas. Además, ese mismo lector podrá preguntarse cómo aquellos rebeldes lograron hacer frente al ejército más poderoso de la época, aguantar una guerra tan larga y costosa y, finalmente, salir victoriosos obteniendo su independencia.
Tal es el desconocimiento actual sobre los actuales Países Bajos que la mayoría no tiene claro si se llaman así o, simplemente, Holanda. Tendemos a utilizar ambos términos indistintamente, cuando no son equivalentes. Y, sin embargo, la relevancia de los Países Bajos en la configuración del mundo actual es esencial, en lo que atañe al comercio internacional y a la economía. En uno y otro ámbito, los neerlandeses tuvieron un papel de pioneros en las empresas que acometieron y en los medios empleados para el éxito de estas. De hecho, en el siglo XVII se convirtieron en una superpotencia militar y marítima, rivalizando en igualdad de condiciones con sus homólogas europeas. Si bien su apogeo fue efímero, pues apenas duró algunas décadas y los Países Bajos volvieron al vagón de las potencias de segundo orden, su influencia en el “mercado” internacional fue duradera y sus puertos han logrado mantener su hegemonía siglos después.
Dentro de la disciplina historiográfica, la historia económica suele ser minoritaria. Solo hace falta ver el número de publicaciones dedicadas a ella para darse cuenta de que se trata de una rara avis, en particular si está dirigida a un público no especializado. No es difícil encontrar la causa de ese relegamiento: combinar la investigación (repleta de cifras, teorías, estadísticas, tablas…) con una descripción sólida y accesible del contexto histórico y con una prosa divulgativa de calidad es una tarea complicada, sólo al alcance de unos pocos. En España, a pesar de contar con buenos historiadores económicos, son muy escasos los libros que tienen a la economía, en el ámbito historiográfico, como tema central de estudio.
La suma de todos estos condicionantes obliga a felicitar a la editorial Pasado&Presente por la publicación de un trabajo de una calidad extraordinaria y de un interés incuestionable. Hablamos de la obra de los profesores neerlandeses Maarten Prak y Jan Luiten van Zanden Pioneros del capitalismo. Los Países Bajos 1000-1800*. Un trabajo que aborda la emergencia de los Países Bajos como potencia económica y su estrecha relación con un incipiente capitalismo. Es un texto complejo, pero accesible, que combina el elemento propiamente económico con la prosa histórica, permitiendo al lector profano no perderse en disquisiciones técnicas y seguir una clara línea argumentativa.
El libro se puede dividir en dos grandes bloques. El primero aborda el período comprendido entre los siglos XI y XVII, aproximadamente. En sus capítulos se estudian las transformaciones que se produjeron en la sociedad neerlandesa para permitir la eclosión del capitalismo. Dejemos que sean los autores quienes expliquen el propósito de estos epígrafes: “En este libro acerca del papel de los Países Bajos como pioneros del capitalismo estamos interesados en hallar respuestas a diversas cuestiones. Un primer conjunto de preguntas se refiere al cómo y al por qué de la emergencia de una economía de mercado capitalista. ¿Por qué fueron los Países Bajos (una región de Europa occidental comparativamente marginal hasta 1300) unos de los pioneros de la economía de mercado y el capitalismo? ¿Qué papel tuvo el feudalismo como estructura social previa a este surgimiento? ¿Hubo una transición violenta (una en la que la guerra de Flandes de 1566-1648 pudo haber representado un papel clave) o fue el auge del capitalismo, en el fondo, un resultado de elecciones voluntarias escogidas por los participantes en el mercado? ¿Qué papel tuvo la sociedad civil? ¿Precedió a la aparición de la economía de mercado capitalista o fue, en realidad, una consecuencia de este avance? ¿Qué papel tuvo la esclavitud en el surgimiento del capitalismo neerlandés?”
El segundo bloque abarca menos tiempo, tan solo un par de siglos, pero da buena cuenta de la consolidación del capitalismo en los Países Bajos, su influencia en la política y en la economía del país, así como en el exterior, analizando su impacto en el sistema económico mundial. El elemento dinamizador de este bloque es la rebelión contra la Monarquía Hispánica, que supuso el espaldarazo definitivo a los cambios iniciados en los siglos previos. Volvemos a utilizar las palabras de los autores para ofrecer la síntesis de este bloque: “Un segundo grupo de cuestiones remite al impacto que tuvo la aparición del capitalismo en la naturaleza de la sociedad y de la economía, internamente y en el extranjero. ¿Se malogró luego este pionero del capitalismo a causa de las consecuencias negativas de una desigualdad en rápido crecimiento? ¿Fue el impacto del capitalismo en el país, dentro de las fronteras de los Países Bajos, diferente que en ultramar, en Indonesia, Sudáfrica o Surinam? ¿Acaso el capitalismo neerlandés se cavó su propia tumba? ¿Fue el comparativo declive del siglo XVIII una consecuencia de la dinámica de la expansión capitalista o deberíamos contemplar el problema de ese siglo bajo una luz por completo diferente?”
Las respuestas a estos interrogantes se desgranan a lo largo de las páginas del libro. En ellas se analizan factores muy diversos, que guardan relación con cuestiones tan dispares como la estructura política, la organización social, la disposición geográfica o el desarrollo económico. Las tesis de los dos autores conversan con otros planteamientos teóricos y están fundadas en una riada de datos y conclusiones. Como no es posible resumirlas en unos pocos párrafos, acudiremos por tercera y última vez a ellos para sintetizar sus argumentos: “El capitalismo neerlandés estaba enraizado en unas circunstancias que también estaban disponibles en pueblos de otras partes de Europa: mercados regionales, urbanización, instituciones locales de autogobierno y tecnologías a las que se podía acceder cada vez con más facilidad. Sin embargo, hay dos que destacan como específicas de las zonas occidentales de los Países Bajos. La primera era el cuello de botella ecológico que se superó durante la Baja Edad Media mediante la comercialización del campo y la expansión del comercio de ultramar; esto guió a los Países Bajos por una senda de intensa y temprana orientación a los mercados. El segundo fue la creación de un estado federal durante la rebelión neerlandesa que dejó intacta la autonomía local. Esto dio a los neerlandeses una potente penetración en la escena internacional, a la vez que permitió conservar las ventajas de la capacidad de decisión de la sociedad civil (local) y de las actividades económicas que surgieron de esos contextos locales”.
Maarten Prak es profesor jubilado de Historia Económica y Social en la Universidad de Utrecht. Ha sido miembro del Consejo de Humanidades de la Organización Neerlandesa para la Investigación Científica y miembro del Consejo de la Real Academia Neerlandesa de las Artes y las Ciencias. Es autor de una amplia bibliografía, en la que destaca Citizens Without Nations: Urban Citizenship in Europe and the World, c. 1000-1789. Jan Luiten van Zanden es profesor de Historia Económica Global en la Universidad de Utrecht. En 2003 recibió el Premio Spinoza otorgado por la Organización Neerlandesa para la Investigación Científica y en 2014 el Premio Pierson Penning. Ha sido miembro de la Real Academia Neerlandesa de las Artes y las Ciencias y presidente del Comité Organizador del Congreso Mundial de Historia Económica celebrado en Utrecht en 2009. Es autor, entre otros títulos, de The Structures of Inheritance: The Dutch Economy in the Nine- teenth Century.
*Publicado por Pasado&Presente. Diciembre 2023. Traducción de Marc Figueras.