RIALP - PERICLES

Pericles. Una biografía en su contexto
Thomas R. Martin

Pericles personifica el apogeo de la Atenas clásica. Bajo su tutela, la ciudad dominó el Egeo y se convirtió en la cabeza de un imperio marítimo, conocido como talasocracia ateniense. Hijo del famoso general Jantipo y descendiente, por parte de madre, de una de las familias más poderosas de la Hélade, la vida de nuestro protagonista estuvo marcada por la polémica y la grandeza. Como sucede con todo personaje relevante de la antigüedad, el mito y la realidad se entremezclan en cada episodio que nos ha llegado de su biografía. Es difícil discernir cuándo estamos ante un hecho cierto o ante una exageración de historiadores y artistas que no dudaron, a partes iguales, en alabar enfáticamente o en criticar maliciosamente al político heleno. Fuera de toda duda queda el hecho incontestable de que durante treinta años dirigió el destino de la polis griega. Pocos gobernantes pueden presentar tales credenciales, máxime si se tiene en cuenta el carácter electivo de los cargos que ocupó.

Las dotes de liderazgo, inteligencia y oratoria que se le atribuyen hubiesen sido una mera nota a pie de página en el interminable libro de la historia de la humanidad, si no fuese por la ciudad que rigió. Aquella Atenas sigue siendo hoy admirada y envidiada, sus instituciones respetadas y su sistema político ensalzado y citado como ejemplo de buen gobierno. Cuna de la civilización occidental, por sus calles transitaron las ideas que han configurado el mundo actual. Casi todo lo importante del hombre fue pensado o debatido por los griegos, quienes solían acudir a Atenas como capital de la civilización helena. Por tanto, no podemos estudiar a Pericles, sin estudiar a Atenas, del mismo que no podemos descubrir la Atenas clásica sin conocer a su referente político más importante. De ahí que la obra de Thomas R. Martin, Pericles. Una biografía en su contexto* sea tan interesante, pues aúna ambos “mundos”.

Así expresa el autor el enfoque que ha querido dar a su trabajo: “La selección de lo que considero relevante para contar la historia de la vida de Pericles y analizar su liderazgo encuentra su justificación en el origen y el desarrollo de los tres rasgos que, a mi juicio, sustentan la valoración de su carrera: su inquebrantable oposición a Esparta; su confianza en el razonamiento basado en los conocimientos como fundamento de la persuasión política; y su defensa de los intereses políticos y económicos de los ciudadanos atenienses más necesitados. La consideración de estas cuestiones implica investigar su historia familiar, su orientación intelectual, sus habilidades políticas y su vida privada. Esta investigación exige, a su vez, una explotación exhaustiva del trasfondo histórico concreto que repercute en dichas cuestiones. De ahí que buena parte del texto aborde los hechos importantes anteriores al nacimiento de Pericles y los que acompañaron a su juventud, antes del inicio de la actividad política”.

La biografía de Thomas R. Martin se lee con agilidad y rapidez, tiene un claro enfoque divulgativo y está escrita para el gran público. El historiador americano presta gran atención a las fuentes. Conocedor de las distintas versiones, presentes y pasadas, de la vida de Pericles, en su estudio intenta responder a preguntas tales como ¿Fue realmente un déspota que utilizó los recursos de sus aliados para engrandecer a Atenas y a sí mismo o, más bien, un convencido demócrata que buscaba lo mejor para la Hélade? ¿Era un gran político o un gran embaucador? ¿Cuál fue su responsabilidad en el fracaso de la guerra del Peloponeso? ¿Tuvo una vida disoluta o padeció una campaña denigratoria de sus adversarios? El autor nos explica que su “enfoque consistirá, en resumidas cuentas, en intentar contar la historia de la vida de Pericles tal y como emerge de la evidencia de las antiguas fuentes conservadas, sin entablar de modo explícito ningún debate con los estudiosos modernos, ni siquiera con los que aparecen citados en el texto”.

La importancia del contexto histórico (que resalta el subtítulo de la obra) lleva al autor a dedicar más de la mitad del libro a los años y décadas previos a la llegada al poder de nuestro protagonista. No se puede entender Atenas sin el sorprendente éxito de las ciudades-estado griegas (lideradas por Esparta y Atenas) en las Guerras Médicas, pero tampoco sin conocer las distintas etapas políticas que atravesó. La democracia ateniense no sobrevino de repente, sino que se fraguó durante largo tiempo, con avances y retrocesos. Figuras como Solón, Pisístrato o Clístenes (este último emparentado con Pericles) ya habían llevado a cabo numerosas reformas, que conducirán a la democracia vigente durante la vida de Pericles. La relación de las ciudades de la Hélade y el difícil equilibrio de poder entre los dos centros políticos de la región son otros tantos factores recogidos en la obra, que sirven para explicar las bases del poder ateniense sobre las que Pericles asentó su gobierno.

Al mismo tiempo, el historiador estadounidense busca en la influencia de su familia, en sus experiencias como refugiado de guerra y en su excelente educación los factores determinantes de la personalidad del político ateniense. Para Thomas Martin, su carrera estuvo determinada por las lecciones que aprendió en su infancia, que le sirvieron para afrontar la dura vida pública de la época y para desconfiar de Esparta, a la que siempre tuvo por la principal enemiga de Atenas. Aquí entramos en un terreno más especulativo (el autor es consciente de ello) pues, si descifrar la mentalidad de una persona ya es de por sí complicado, hacerlo de una persona que vivió hace casi dos mil quinientos años es una tarea complejísima. Averiguar qué pensaba alguien con una estructura cultural tan diferente a la nuestra (y de quien no tenemos ningún documento propio) resulta, como es lógico, nada fácil. A pesar de ello, la biografía se desenvuelve con soltura, sobre unos razonamientos sólidos y bien construidos.

Una vez en el poder, Pericles tuvo que enfrentarse a numerosos enemigos, internos y externos, que no sólo le atacaron a él, sino también a su círculo de amigos e incluso a su amada Aspasia. Su principal rival fue Tucídides (no el historiador) a quien logró derrotar y aplicar el ostracismo. Sus adversarios fueron aristócratas conservadores, que veían con malos ojos la extensión de la democracia impulsada por él y no comulgaban con su estilo de vida. No obstante, poco pudieron hacer frente al hábil manejo de la política ateniense que practicó Pericles, quien incluso en el punto más crítico de la guerra contra Esparta supo guiar a los atenienses. Martin dedica los últimos capítulos de su trabajo a explorar el comportamiento público y privado del biografiado y su proyección en la historia y en la literatura tras su muerte. Han sido muchos, en efecto quienes, todavía hoy, se han interesado por la vida de uno de los hombres más célebres de la Antigüedad Clásica.

Concluimos con esta breve reflexión del autor: “Estos dos aspectos del liderazgo de Pericles —la naturaleza de su influencia durante la época de predominio de Atenas y su eficaz defensa de la guerra contra Esparta— obligan a preguntarse si, pese a su fama imperecedera que se ganó, su vida se puede considerar una tragedia antes que un logro. La respuesta que ofrezcamos aquí emergerá dentro del contexto de una breve biografía destinada a lectores que desconocen la historia de la antigua Grecia”.

Thomas R. Martin es catedrático de Estudios Clásicos en el College of the Holy Cross (Massachussets, USA), y ha enseñado Historia Antigua durante cuarenta años a un público no especialzado. Es autor de libros sobre Grecia Antigua, Roma Antigua y Alejandro Magno, y sobre las obras de Herodoto y Sima Qian. Su recorrido por la historia clásica griega ha sido consultado como primera fuente online por numerosos lectores, en el marco del Proyecto Perseus.

*Publicado por la editorial Rialp, marzo 2018. Traducción de Gloria Esteban Villar.