¿Qué dirán los historiadores del siglo XXII sobre el siglo XX? ¿Le pondrán un nombre grandilocuente, como sucedió con el Siglo de las Luces? La historia tiene una peculiar forma de perpetuar estereotipos y asignar nombres. Todo un continente, por ejemplo, lo toma de un comerciante y cosmógrafo florentino, mientras que la noción de “Renacimiento” surge de la pluma del historiador del arte Giorgio Vasari, aunque se fijara definitivamente con los escritos de Jules Michelet, tres centurias más tarde. Hoy proliferan los libros sobre el siglo XX, cuando apenas han pasado quince años desde que concluyese, pero ¿ha transcurrido el tiempo suficiente para que podamos realizar un análisis imparcial y objetivo? ¿Contamos con la perspectiva necesaria para indagar en los fenómenos que condicionaron los eventos del siglo anterior? Muchos historiadores así lo creen y se multiplican los estudios sobre este período. José Luis Comellas es más cauto y en su obra Panorama del siglo XX* nos ofrece tan solo algunas pinceladas para comprender los sucesos más destacados del siglo.
“No pretendo en este punto realizar una historia cumplida del siglo XX, ni menos emular en sus pretensiones o sus propósitos a tan prestigiosos predecesores. Sí deseo, y así debo declararlo cuando se acaba por razón de los muchos años de mi misión como historiador, dar fe de una serie de hechos y de realidades de los que, siquiera a distancia, he sido testigo, y que muchas veces me han conmovido por su dramatismo y su significado como sucedidos históricos. […] Sean los capítulos que siguen un testimonio, limitado, pero sentido, del transcurso de la centuria que ya no está en la sucesión de los siglos vivos, y que precisamente por eso tenemos la obligación de recordar”. Con estas palabras resume José Luis Comellas la finalidad de su obra. Sin querer sentar cátedra, el historiador gallego recorre algunos de los hechos más relevantes de la pasada centuria y los analiza desde la óptica de un especialista que lleva toda su vida lidiando con los entresijos de la historia.
Alejada de toda pretensión dogmática o canónica, la obra de Comellas se lee con facilidad y resulta sumamente amena. El lector no especializado tiene en este libro una oportunidad de acercarse al siglo XX sin temor a ser sepultado por sesudas reflexiones o por un relato exhaustivo que pueda apabullarle. Con un propósito claramente divulgativo, la narración hilvana hecho tras hecho, entresacando sus consecuencias más relevantes y dejando a un lado el tedioso trabajo de descender al detalle para explicar milimétricamente cada acontecimiento. El autor busca compartir con el lector su visión del siglo XX, invitarle a que participe de sus recuerdos y, por supuesto, brindarle algunas conclusiones útiles para afrontar el incierto futuro que tenemos por delante.
¿Cómo resumir una secuencia infinita de acontecimientos en apenas trescientas páginas? El profesor Comellas opta por seguir su instinto y sus recuerdos a la hora de seleccionar qué hechos merecen una explicación con más detalle y cuáles solo a vuelapluma. Obviamente, hay ciertos sucesos que no pueden faltar, como las dos Guerras Mundiales, la “Gran Depresión”, la aparición de las ideologías totalitarias, la Guerra Fría o el proceso de descolonización. Cualquier libro que aborde el siglo XX y no tenga en cuenta estos fenómenos, estaría incompleto. Junto a ellos figuran otros, quizás menos relevantes, pero que han merecido la consideración del autor. De este modo, hay capítulos dedicados a la “Belle époque”, a las Naciones Unidas, a la era atómica y la carrera nuclear, a la conquista del espacio, al surgimiento del Tercer Mundo o a la revolución de mayo de 1968.
Si la selección de sucesos ya es de por sí difícil, más aún lo es su explicación en solo unos párrafos. Las causas y las consecuencias de cada hito requieren un análisis complejo de la realidad y al sintetizarlos se puede perder la visión de conjunto. José Luis Comellas solventa con presteza (se notan los años como historiador y su copiosa bibliografía) este reto. Es capaz de hallar entre la maraña de pretextos y resultados las razones que condicionaron el devenir de los hechos. Su narración transita en un logrado equilibrio entre la sucesión cronológica y las fuerzas, ya sean individuales o colectivas, que guían a la historia. Sabe separar la paja del grano y retratarnos un mundo en constante cambio, cuya principal característica es precisamente esa, la heterogeneidad y la pluralidad de los actores.
Aunque para algunos el siglo XX puede definirse como el siglo estadounidense, lo cierto es que, por primera vez en la historia, todas las naciones están completamente interconectadas. Desde el siglo XVI los contactos entre potencias eran una práctica habitual, pero estaban limitados a un número reducido de personas; la aparición de los modernos medios de transporte permitió al hombre desplazarse con mayor facilidad, pero ha sido la revolución digital la que ha posibilitado una interconexión entre sociedades y culturas distintas nunca antes vista. Este nuevo mundo fue creado a lo largo de la centuria pasada y gracias al trabajo del profesor Comellas podemos comprender cómo se produjo el proceso de transformación.
Concluimos con las sugerentes palabras que utiliza José Luis Comellas al final de su obra: “Ciertamente, hemos contemplado muchas de las tendencias que comentábamos a lo largo del siglo XX: y sin tenerlas en cuenta, sería imposible hacer y comprender su historia. Pero seríamos injustos si nos limitáramos a contemplar este panorama de egolatrías y de culto a la felicidad con independencia de todo principio. Porque la verdad es que tampoco podemos volver la espalda de nuestra vista a la bondad, hasta a la santidad […], a la generosidad, a la entrega a las causas admirables, a los gestos de desprendimiento, bellos y animosos, que no aparecen en la publicidad ni en los telediarios, pero que sin embargo también están ahí, y cuando reparamos en ellos suscitan nuestra admiración y pueden animarnos a creer en un mundo hermoso y digno”.
José Luis Comellas (Ferrol, 1928) fue Premio Nacional de Investigación Menéndez Pelayo y profesor de Historia Contemporánea en las Universidades de Santiago y Navarra. Catedrático de la misma disciplina en la de Universidad de Sevilla desde 1963, hasta su jubilación y Profesor Emérito de esta Universidad. Autor de numerosos libros sobre Historia (y astronomía).
*Publicado por la editorial Rialp, mayo 2016.