CASA DE VELAZQUEZ - GUERRA SANTA EN LA PENINSULA IBERICA

Orígenes y desarrollo de la guerra santa en la Península Ibérica
VV.AA.

Las Cruzadas tuvieron un impacto extraordinario en la sociedad de la Edad Media, al igual que la Reconquista en la Península Ibérica. Más allá de las efímeras conquistas territoriales y del carácter religioso que las impulsaba, las diversas operaciones militares dinamizaron la vida del continente europeo. Durante doscientos años (setecientos si hablamos de la Reconquista), el tránsito de hombres, mercancías e ideas a lo largo y ancho de Europa facilitó el renacer económico y comercial de ciudades y reinos. Las relaciones internacionales también sufrieron una significativa transformación, pues la coordinación de empresas tan complejas requería de contactos diplomáticos entre las distintas cancillerías y una cierta organización supranacional. El Papado salió reforzado, especialmente como coordinador e impulsor de las Cruzadas, pero también lo hicieron reinos y señores, así como las Órdenes Militares. Los éxitos militares apenas tuvieron continuidad, pero la importancia de ambos fenómenos en el devenir de la historia medieval fue incuestionable.

Las Cruzadas eran, por antonomasia, la guerra santa del cristianismo. La asociación es inmediata. Ahora bien, las encaminadas a Tierra Santa (aunque algunas se desviasen a otras regiones, por motivos menos devotos) no fueron las únicas. También se atribuyó tal condición, por ejemplo, a la aniquilación de la herejía albigense. ¿Y la Reconquista? ¿Podemos considerarla una Cruzada? No hay unanimidad entre los especialistas, quienes ni siquiera se atreven a afirmar taxativamente que fuese una guerra santa (o una guerra sacralizada). Definir conceptos en la historiografía siempre es tarea ardua y no exenta de dificultades, pues implica encerrar en un término singular realidades poliédricas y de gran complejidad. La Reconquista, además, fue un proceso de siete siglos con sus peculiaridades, transformaciones e identidades propias.

La obra colectiva editada por los profesores Carlos de Ayala Martínez, Patrick Henriet, J. y Santiago Palacios Ontalva, Orígenes y desarrollo de la guerra santa en la Península Ibérica. Palabras e imágenes para una legitimación (siglos X-XIV)* indaga en este nebuloso escenario donde la fe, la política y “propaganda” se entremezclan inevitablemente. En su presentación leemos que “El libro que presentamos gira en torno a un tema, el del origen y desarrollo de la noción de guerra santa, que goza de extraordinario interés y que, en lo que se refiere a la Península Ibérica, ha sido objeto de especial atención por parte de la historiografía más renovadora de los últimos años”.

GUERRA SANTA EN LA PENINSULA IBERICALos trabajos que componen la obra tienen su origen en las Jornadas Internacionales que, con el mismo título del libro, tuvieron lugar en la Casa de Velázquez de Madrid, en noviembre de 2013. El objetivo de esas Jornadas, citando nuevamente la presentación, fue “identificar los testimonio terminológicos e iconográficos de cuantas menciones o expresiones relativas al concepto o realidad de ‘guerra santa’ pudieran estar presentes en fuentes de muy diversa naturaleza —documental, cronística, doctrinal, literaria e iconográfica— y que, debidamente contextualizados, nos ayudasen a establecer las bases de un corpus sistemático de información, imprescindible para cualquier tarea ulterior relativa a un tema todavía pendiente de un serio seguimiento conceptual y metodológico”.

Antes de acometer el análisis de los testimonios escritos, de las crónicas y de los elementos decorativos, entre otros factores, los editores de la obra tratan de responder a la pregunta de qué se entiende por “Guerra Santa”. Con ese propósito, los tres primeros capítulos [“La (sacralización de la) guerra en las fuentes de los siglos X y XI y el concepto de guerra santa”, “La noción de fat como expresión de guerra santa en las fuentes árabes andalusíes y magrebíes (siglos VIII al XIII)” y “La guerra contra los musulmanes en los diplomas castellanoleoneses (siglo XI-1126)”] ahondan en los orígenes de un término de difícil delimitación y en la posibilidad de extrapolarlo a la realidad de la Reconquista. Lo hacen acudiendo no solo a la interpretación cristiana, sino también a la adoptada por los musulmanes.

Una vez asentado el término, los siguientes capítulos (incluidos en el bloque “Lenguaje cronístico y literario de la guerra santa”) exploran el uso que las fuentes narrativas, sobre todo las crónicas y los discursos literarios, hacen de la idea de guerra santa y su aplicación al proceso de Reconquista. En cuatro epígrafes [“Guerra santa y cruzada en la literatura del Occidente peninsular medieval (siglos XI-XIII)”, “El ‘salto del rey Ricardo’ o el desbordamiento del concepto de cruzada”, “Representar las cruzadas de Tierra Santa y las órdenes militares en las crónicas reales latinas de Castilla y León (siglos XII-XIII)” y “El imaginario sobre la guerra santa en la cronística castellana de la Edad Media (siglos XIII-XV)”] se abordan obras peninsulares y europeas con el objetivo de “analizar los problemas terminológicos y conceptuales inherentes a la guerra santa peninsular”. Entre ellas se incluyen la Gran Conquista de Ultramar, la Crónica de Alfonso VII, el Poema de Fernán González, la leyenda del “salto del rey Ricardo” y la crónicas de Rodrigo Jiménez de Rada, de Juan de Osma o de Hernando del Pulgar.

Muy relacionados con los anteriores se hallan los capítulos dedicados a profundizar en la proyección de la victoria de las huestes cristianas en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Se trató de una campaña militar organizada como una verdadera Cruzada que la presentación de la obra describe como “momento culminante del proceso de sacralización de la violencia”. Las contribuciones se elaboran a partir de los documentos expedidos por las cancillerías castellana, aragonesa, portuguesa y pontificia. En total son cuatro capítulos titulados “Expresiones de la guerra santa en las fuentes del reinado de Pedro el Católico, rey de Aragón y conde de Barcelona (1196-1213)”; “El discurso de la guerra santa en la cancillería castellana (1158-1230)”, “A guerra e os freires nas inquirições régias do século XIII” y “La guerra contra los musulmanes en España «en palabras» del papa Inocencio III”.

BATALLA DEL PUIG - GUERRA SANTA PENINSULA IBERICAEl cuarto bloque refleja la misma tónica que los anteriores, pero se centra en un período más tardío, ya en la Baja Edad Media. Sus tres capítulos [“El término «cruzada» y sus usos en la Edad Media. La asimilación lingüística como proceso de legitimación”, “Identificando la cruzada en tiempos de Alfonso X el Sabio” y “La guerra santa en las fuentes hospitalarias de la Península Ibérica durante la Edad Media (siglos XII-XV)”] prestan especial atención a la terminología empleada, es decir, se centran más en el uso lingüístico del concepto de Cruzada. Fue en aquel período cuando comenzó a utilizarse de forma más frecuente, aunque su significado siguiera siendo ambiguo y condicionado por la realidad política de quien lo usaba.

El último bloque del libro se ocupa del aparato iconográfico y visual que la sociedad medieval elaboró sobre este fenómeno. Se analizan las referencias a la religión musulmana en las miniaturas del Tractatus de Apocalipsis del Beato de Liébana (“Traces d’un discours anti-islamique dans les enluminures du Commentaire de l’Apocalypse de Beatus de Liébana ?”); las imágenes incluidas en los códices Albeldense y Emilianese; los bajorrelieves de algunas iglesias de Navarra (“Memoria verbal y memoria visual. El lenguaje de la guerra santa en el Pirineo occidental (siglos X-XIII)”); las esculturas y pinturas de los siglos XI y XVII (“Batallas pictóricas y escultóricas: ¿representaciones bélicas de la cruzada en tierras hispanas?”) y los escasos ejemplos iconográficos de la guerra contra los musulmanes hallados en Portugal (“Iconografia da guerra santa no território português (séculos XII-XIV)”).

Como toda obra colectiva especializada, los dieciocho capítulos que componen el libro están dirigidos a un público preferentemente interesado, ya que abordan cuestiones muy específicas que quizás no despierten interés en un lector bisoño. No obstante, al margen del tecnicismo propio del libro, los legos en la materia pueden encontrar en sus páginas reflexiones e información sumamente interesante. Las obras divulgativas suelen construirse utilizando como base estudios más avezados y no está de más acudir a ellas para empaparnos de una terminología y una visión diferentes a las usuales. Especialización no ha de ser un sinónimo de tratamiento impenetrable, ininteligible o aburrido y la presente obra no adolece de ninguno de esos defectos. Aunque, obviamente, hay capítulos más interesantes que otros, la tónica general del libro es bastante amena e instructiva.

*Publicado por la Casa de Velázquez, junio 2016.