MARCIAL PONS - MONARQUIA DE ORIENTE

Monarquía de Oriente. La corte de Carlos III y el gobierno de Italia durante la Guerra de Sucesión española
Roberto Quirós Rosado

Que la historia la escriben los vencedores es una máxima que, si no siempre acierta, suele cumplirse en la mayoría de las ocasiones. Así ha sucedido con la Guerra de Sucesión española, una de las contiendas más importantes de la Edad Moderna que, sin embargo, es poco conocida por el gran público. La lucha por la Corona de la Monarquía Hispánica entre Felipe de Anjou y el archiduque Carlos concluyó con el acceso al trono del primero. El segundo (que no acabó tan mal, pues fue elegido emperador del Sacro Imperio Germánico) ha sido postergado por la historiografía española, al igual que Juana la Beltraneja, Felipe el Hermoso o Carlos María Isidro, quienes se quedaron en fallidos aspirantes o apenas tuvieron tiempo de implementar de forma efectiva su reinado. La importancia de quien hubiese sido conocido como Carlos III radica, precisamente, en su derrota, que supuso un cambio significativo en la organización territorial de la Monarquía.

El archiduque Carlos (para sus seguidores, Carlos III o Carlos VI) representaba la continuidad de la política que los Habsburgo llevaban aplicando en España durante las dos últimas centurias. La guerra que estalló tras la muerte de Carlos II, basada en el mantenimiento de un cierto equilibrio de las potencias europeas, en la Península alcanzó tintes de contienda civil y, en el resto del continente, de guerra mundial. Los bandos enfrentados no querían que el adversario adquiriese un poder excesivo, de ahí que luchasen por lo que los ingleses denominan “balance of power”. La elección del archiduque rompía ese equilibrio, lo que desincentivó la continuidad del conflicto y empujó a un acuerdo entre las dos partes. La paz vino con el Tratado de Utrecht (y el posterior Tratado de Rastadt), que supuso el desmembramiento del Imperio español. Una de las posesiones más codiciadas fueron los reinos italianos, que Francia y el Imperio ávidamente se repartieron.

La obra de Roberto Quirós Rosado Monarquía de Oriente. La corte de Carlos III y el gobierno de Italia durante la Guerra de Sucesión española* aborda el funcionamiento del cuerpo administrativo y político ideado por el pretendiente a la Corona española, prestando especial atención a Italia. Como explica el propio autor, “aun con todo, son muchos los interrogantes abiertos sobre Carlos III/VI y la naturaleza de su conglomerado dinástico-territorial. […] La triple procedencia de su herencia, bien la española a través de los derechos leopoldinos cedidos a su favor en septiembre de 1703, la de Erblande o señoríos patrimoniales de la casa de Austria en Centroeuropa, y la elección imperial como consecuencia del deceso de su hermano mayor José I en 1711, retrotrae al príncipe Habsburgo hasta la imagen de un nuevo Carlos V, aspecto profundamente publicitado por sus propios panegiristas a lo largo de su reinado. La reunificación en su persona de diferentes jurisdicciones, vasallos y experiencias políticas, la compleja articulación de su poder durante los años bélicos, tanto por la resistencia borbónica como por las injerencias vienesas que la historiografía ha denominado Bruderzwist, y los canales de gestión y gobernanza de aquellos espacios medulares bajo su total o limitada autoridad son elementos que la investigación que se presenta en las próximas líneas pretende indagar y analizar”.

El libro es el resultado de la tesis doctoral del autor por lo que, no obstante la escritura clara y directa de la que hace gala Roberto Quirós, tiene una fuerte carga académica, que en algún momento podría abrumar a un lector no prevenido. Por ejemplo, el examen de las relaciones de poder dentro de la Corte del archiduque Carlos es sumamente detallado y aborda cuestiones que no siempre interesarán a todos. Superados estos escollos, el trabajo se presenta como un excepcional estudio del gobierno, tanto en Barcelona como en Viena, a principios del siglo XVIII y de su incidencia en el reino de Nápoles y en Milán. Pocas obras reflejan mejor el funcionamiento del poder ejecutivo y de la Administración en una época de cambio como fue la Guerra de Sucesión y los años posteriores.

Roberto Quirós se sumerge en la compleja y heterogénea burocracia hispana para comprender el poder ejercido por el archiduque Carlos, tanto en la Corte como en el resto de reinos y territorios. Es aquí donde aparece la península italiana, como paradigma del gobierno austracista en la Edad Moderna. Italia, en especial Lombardía y Nápoles, con sus peculiaridades, se convierte en el eje del libro. El autor explora la movilidad social de las élites italianas, el reparto de poderes entre las distintas familias en la Corte, la no siempre sencilla relación entre los representantes del rey y los dirigentes locales, los canales de comunicación entre la Corte y estos territorios, los mecanismos de fiscalización de la política o la atribución de gracias y mercedes a los seguidores más fieles. Sin olvidar en ningún momento que, mientras se recomponía toda esta política, la guerra se extendía por toda Europa.

Concluimos con estas palabras que el profesor Antonio Álvarez-Ossorio vierte en el prólogo de la obra y que sintetizan su contenido: “Como indicaban los escritores políticos coetáneos, la monarquía de España había conocido diversas edades, desde el alumbramiento y la infancia a la juventud y la madurez. La guerra de Sucesión transformó el sistema. Los períodos de crisis de sucesión dinástica en los reinos y territorios europeos permiten descomponer y analizar las piezas que articulan la estructura de poder, así como las dinámicas de cambio. En esta obra, Roberto Quirós Rosado indaga en la naturaleza política de la monarquía de España en una de sus fases cruciales. En primer lugar, a través del análisis de gobierno de Corte de Carlos III, tanto en Barcelona como en Viena. Se estudia desde una perspectiva sistémica, a través del funcionamiento de las secretarías, juntas y consejos, así como con un acercamiento a la trayectoria de las personas que ejercían el poder, como el conde de Oropesa, Francesco Moles, Juan Antonio Romeo y el conde Rocco Stella. Facciones y redes de poder que actuaban, en paralelo, entre la corte y las provincias europeas de la monarquía”.

Roberto Quirós Rosado, investigador contratado Juan de la Cierva-Formación en la Universidad de Alcalá, realizó sus estudios de posgrado en la Universidad Autónoma de Madrid, donde obtuvo el doctorado internacional en Historia Moderna. Asimismo, es miembro de Red Sucesión, Red Columnaria y CSG-Red Imperial.

*Publicado por Marcial Pons Ediciones de Historia, octubre 2017.