Miguel Primo de Rivera. Dictadura, populismo y nación
Alejandro Quiroga Fernández de Soto

El régimen de Francisco Franco y el estudio de la Guerra Civil han fagocitado la mayoría de los trabajos que abordan el siglo XX en nuestro país. Lo acaecido en España antes de 1931 no ha llamado tanto la atención al gran público (ni a muchos especialistas). Se conocen poco y mal los años previos a la proclamación de la Segunda República, aunque son esenciales para comprender los motivos que condujeron a la caída de la monarquía. Esta “ignorancia” ha llevado a muchos a no comprender la importancia del primer tercio del siglo XX en la historia de España. En aquellos años se produjeron transformaciones políticas, sociales y económicas a un ritmo vertiginoso y de una envergadura pocas veces vista. El andamiaje de la Restauración se hundió, provocando un vacío de poder que nuevos actores trataron de ocupar. Los movimientos obreros, los militares, los partidos republicanos, la nueva ideología fascista… trataron de expulsar del Gobierno a los partidos tradicionales que se hallaban en decadencia y muy deslegitimados.

En este contexto emerge la figura de Miguel Primo de Rivera (a quien algunos confunden con su hijo, José Antonio, fundador de la Falange y fusilado al inicio de la Guerra Civil). Nuestro protagonista fue el primer dictador de la historia de España y gobernó el país durante siete años, de 1923 a 1930. Su trayectoria ha sido objeto de polémica entre quieres valoran positivamente su labor, amparándose en los buenos datos económicos y en la estabilidad política que logró tras años de zozobra, y quienes lo critican por sus actuaciones despóticas y, en ocasiones, sanguinarias. Como suele suceder, en estos debates la historia juega menos de lo que debería y la política puede llegar a condicionar las respectivas valoraciones. El final de su trayectoria es llamativo, pues Primo de Rivera fue uno de los pocos dictadores contemporáneos que abandonó el cargo (aunque, en realidad, se viese obligado a ello) y no murió de forma violenta.

El profesor Alejandro Quiroga aborda la vida de este controvertido personaje en Miguel Primo de Rivera. Dictadura, populismo y nación*. A pesar de que han transcurrido casi cien años del golpe de Estado que le llevó al poder, este trabajo es una de las primeras biografías que analizan en profundidad la existencia del dictador. No solo su vida, también el contexto histórico que le rodea, casi tan importante como sus experiencias vitales para comprender los motivos que le llevaron a actuar y hacerse con el poder sin apenas oposición (al menos, inicialmente). En la obra, junto al estudio de Primo de Rivera se pasa revista a determinados aspectos de su régimen, como su carácter populista, la relevancia de la propaganda o su comparación con otras dictaduras de la época, en particular, la italiana.

En palabras del autor, “del mismo modo que Mussolini, Primo se vendió como un hombre providencial, un mesías destinado a salvar a la nación de su desaparición. Y es precisamente a deconstruir esta imagen de «gran hombre salvador de la patria» a lo que dedicamos varias páginas en el libro, entendiendo que la «grandeza» de Primo de Rivera, como la de todas las figuras históricas, es en sí una construcción política y cultural. Nos interesa aquí humanizar a Primo, en el sentido de desmitificarlo, y presentar un retrato complejo del dictador, aunque el cuadro resultante no sea siempre coherente ni lineal. Como en la vida de cualquier persona, la de Primo no estuvo, ni mucho menos, exenta de contradicciones, cambios de rumbos y ambigüedades. La pregunta de quién es Primo tiene que contestarse dentro del marco de cuándo es Primo, es decir, de qué Primo estamos hablando según el momento de la vida y el contexto histórico en el que actúa nuestro personaje”.

El trabajo del profesor Quiroga indaga en la vida personal y pública del dictador y en los lazos que se establecen entre ellas. El autor acude a fuentes inéditas y a otras más conocidas para bucear en la biografía de su protagonista. El resultado es una obra muy interesante que nos muestra a un personaje que supo alzarse con el poder en un contexto de gran inestabilidad y se forjó una imagen de líder campechano y cercano. Quizás algunos pasajes pequen de exceso de adjetivación (se repite una y otra vez lo corrupto, manipulador y nacionalista que era el biografiado) y la opinión que el autor tiene de Miguel Primo de Rivera impregna gran parte de su trabajo. El mero relato de los acontecimientos suele poner a cada uno en su sitio.

La obra se articula en tres bloques bien diferenciados. El primero, que coincide con los dos capítulos iniciales, recorre la vida de Primo de Rivera desde su nacimiento hasta el pronunciamiento de 1923. En estas páginas descubrimos su trayectoria militar (conoció de primera mano los principales frentes bélicos de la España de la época: Islas Filipinas, Cuba y Marruecos), su estrecha relación con su tío Fernando Primo de Rivera (quien hizo de “padrino” militar y político de su sobrino), cómo se fue forjando su carácter (el juego y el gusto por las mujeres ya empieza a despuntar en estos años) y el desarrollo de los acontecimientos que le llevaron a lanzarse hacia el poder.

El segundo bloque, el más extenso, se ocupa de la dictadura. Además de narrar los episodios más relevantes de aquellos años, el profesor Quiroga disecciona la estructura del régimen castrense que impuso Primo de Rivera y las medidas encaminadas a restringir las libertades y a aplacar a los opositores, así como las reformas populistas y nacionalizadoras que adoptó. En estos capítulos el autor pone de relieve las prácticas “mafiosas” en las que derivó la política de la dictadura, haciendo hincapié en la mala praxis de un sistema profundamente antiliberal y corrompido.

En el tercer y último bloque, muy ligado al precedente, se abandona el orden cronológico para señalar los principales rasgos del gobierno primoriverista. Entre ellos destaca la construcción de una imagen carismática que legitimase su poder, lo que hizo imprescindible un aparato propagandístico extraordinario (tanto para censurar como para vender su imagen), y el adoctrinamiento masivo que trató de inocular a la sociedad española a través de un discurso propagado a los cuatro vientos por las principales instituciones del Estado. En este bloque también se incluyen el análisis de su caída y posterior muerte (apenas sobrevivió unos meses en el exilio), para culminar con un repaso al tratamiento que la historiografía y otras ramas del saber han dado a su figura.

Concluimos con estas palabras que sintetizan la idea que el autor tiene de su biografiado: “Frente a las interpretaciones tradicionales de nuestro personaje como un hombre ingenuo, sin una ideología clara e impulsor de una dictadura paternalista muy alejada del fascismo italiano, esta obra presenta al dictador como un político astuto, ambicioso y con muy pocos escrúpulos, que instauró en España un régimen nacionalista autoritario profundamente represivo y hondamente corrupto en la misma línea que otras dictaduras europeas de la década de los veinte. Es más, el libro muestra a Primo de Rivera como el inventor del populismo de derechas en España. El dictador fue el primer mandatario en presentarse como el líder mesiánico que llevaría a élites corruptas que parasitaban la nación y utilizó historias inventadas como parte de su propaganda. Este libro es un estudio sobre un hombre, un tiempo y un lugar contradictorios, convulsos y complejos. Pero, junto a la España de hace cien años, este volumen también es una análisis del desarrollo histórico de varios factores clave de nuestra política contemporánea: el populismo, el nacionalismo y la corrupción”.

Alejandro Quiroga Fernández de Soto es investigador senior Beatriz Galindo en la Universidad Complutense de Madrid y reader en Historia de España en la Newcastle University del Reino Unido, en la que fue profesor titular. Doctor en Ciencias Políticas por la London School of Economics and Political Science, ha sido profesor de Historia y Políticas en King’s College London, London School of Economics, Royal Holloway y University of Nottingham. Sus trabajos se centran en el estudio de los nacionalismos y las identidades nacionales en la España del siglo XX y XXI.

*Publicado por la editorial Crítica, octubre 2022.