Leonor de Inglaterra. La reina Plantagenet de Castilla (1161-1214)
José Manuel Cerda Costabal

En el siglo XII la historia de la Península Ibérica sufre una profunda transformación. La conquista de Toledo, en 1085, supone un golpe en el tablero militar y un espaldarazo a la Reconquista. En los años ulteriores caerán otros importantes enclaves y se recuperan grandes extensiones de terreno. El retroceso musulmán empieza a ser irrefrenable y, aunque todavía quedan tres siglos para su expulsión definitiva, la derrota se ve ya como algo previsible. Tras varias centurias a la sombra de Al-Ándalus, en este momento los reinos cristianos inician una actividad que va más allá de la mera recuperación del territorio perdido. Si hasta entonces habían practicado una política más bien de “subsistencia”, con las victorias militares intentan consolidar las estructuras administrativas y reforzar las instituciones del reino. El arte y la cultura también florecen al albur de la nueva realidad que atraviesa la Península.

Quienes tratan de aprovechar al máximo el avance cristiano son los monarcas. La estructura de la sociedad feudal que caracteriza a la Edad Media provoca numerosas fricciones entre la nobleza y la Corona y ambas luchan por mantener sus áreas de influencia. No era inusual que las tensiones entre ambos estamentos desembocasen en enfrentamientos armados. Aunque no se llegó a deponer monarcas, los intentos de limitar sus facultades no cesaron. En esta constante lucha por tomar las riendas del poder, la Corona empleó distintos recursos para cimentar su legitimación: desde la construcción de una historia que afianzase su autoridad hasta el uso del arte para proyectar su imagen. Poco a poco, los reyes lograron afianzar su situación e imponer sus prerrogativas. Prueba de que la situación estaba cambiando es la proyección internacional que logran los reinos cristianos peninsulares.

En este contexto, Alfonso VIII de Castilla contrae matrimonio en 1170 con Leonor Plantagenet, hija de Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania, hermana de los famosos Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra. Castilla, de este modo, pasaba a ser un actor más del tablero político europeo. Leonor de Inglaterra no fue una reina consorte más: jugó un papel muy destacado en la política del reino, ejerció de mecenas de las artes y su descendencia condicionó la política peninsular en las décadas siguientes. Sobre ella se han escrito tanto trabajos historiográficos serios como novelas históricas. Ahora, el profesor José Manuel Cerda Costabal revisita su biografía en su trabajo Leonor de Inglaterra. La reina Plantagenet de Castilla (1161-1214)*.

Como explica el autor, “[…] la intención principal de este trabajo ha sido enlazar todo lo que se ha estudiado para comprender mejor el contexto, la vida y obra de Leonor; para hacer justicia a su legado y así disponer el conocimiento de esta mujer de la Edad Media a una lectoría más amplia. No ha emprendido esta biografía la imposible tarea de resolver todas las preguntas sobre la reina, sino también generar nuevas preguntas. Tampoco pretende este trabajo ser un estudio exhaustivo y definitivo, sino más bien abrir el camino a nuevas y más incisivas investigaciones sobre una reina y un reinado que merece mayor consideración para la memoria histórica”. Y más adelante añade: “En un periodo crucial en la historia de Castilla y Europa, la hija del matrimonio más poderoso del continente se convirtió en esposa, reina y madre de un joven y frágil reino, disponiendo decisivamente la estirpe, carácter y capacidades de una princesa Plantagenet al servicio de un proyecto monárquico y dinástico, cuyo éxito significó uno de los reinados más célebres de la España medieval”.

El profesor Cerda Costabal construye su trabajo en torno a la vida de Leonor de Inglaterra de una manera ajena a las biografías al uso: los capítulos no se estructuran conforme a las distintas etapas de su vida, pues, aunque siguen cierto orden cronológico, se centran en las distintas facetas de la figura de la protagonista. De este modo, tras abordar el legado de Leonor y el contexto histórico de la mujer, se analiza la infancia y la educación de la futura reina y sus cuantiosos derechos de arras y su controvertida dote. En posteriores epígrafes, la obra pasa a ocuparse de su labor como reina consorte y de su infatigable esfuerzo por promover la cultura y la Iglesia. Destaca el ascendente que tuvo en la diplomacia castellana y europea de su época, interviniendo activamente en las negociaciones internacionales, así como la red de alianzas y matrimonios que emprendió con sus hijos. También examina aspectos más íntimos que de Leonor como su relación conyugal, su maternidad y pormenores sobre su muerte y posteridad.

El reinado de Alfonso VIII tuvo una relevancia transcendental en la historia medieval española. Bajo su gobierno se logró derrotar a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y se consolidó el avance cristiano, que posteriormente logrará hacerse con gran parte del sur peninsular. Al mismo tiempo, Castilla empieza a ser respetada y reconocida en las otras cancillerías europeas. El matrimonio de Leonor es una muestra de cómo el reino castellano iba ganando prestigio y poder.

Según se apunta en el prólogo del libro, su contenido nos brinda una imagen que trasciende la de Leonor Plantagenet: “El presente escrito no se ha propuesto solamente ofrecer un perfil biográfico de esta reina, sino además abordar una serie de personalidades, fenómenos y procesos propios de la Europa del siglo XII, y así utilizar el registro de su vida y obra para entender también el contexto histórico que rodeaba al personaje. A partir de este acercamiento biográfico, los diferentes capítulos de este libro sugieren una lectura del rol que asumía en esta época la realeza femenina en cuanto a la educación de los hijos, el desempeño diplomático y el consejo político, así como en el mecenazgo eclesiástico y cultural. El texto ofrece además una interpretación del escenario político y cultural de la península ibérica y Europa occidental con particular énfasis en el desarrollo del reino castellano y su relación con los poderes peninsulares: la casa Plantagenet y Capeta”.

En un mundo dominado por hombres, en el que la mujer apenas contaba, Leonor de Inglaterra consiguió hacerse un hueco y se convirtió en una pieza clave de la política castellana y europea. A pesar de las limitaciones impuestas a su sexo en el Medievo, nuestra protagonista supo desenvolverse con soltura y tener su propia voz. Tal fue su influencia que casi un milenio después su nombre sigue siendo conocido y respetado. Esta biografía nos ayuda a comprender mejor quién fue Leonor de Inglaterra y por qué ha de ser recordada como una de las figuras clave de la monarquía castellana.

José Manuel Cerda Costabal nació en Santiago de Chile en 1979. Bachiller en Artes Liberales y doctor en Historia Medieval por la Universidad de New South Wales (Australia), fue investigador doctoral visitante en las Universidades de Oxford y Saint Andrews (Reino Unido). En la Universidad Gabriela Mistral, de cuya Facultad de Humanidades fue decano, dirigió el Centro de Estudios Medievales y la Revista Chilena de Estudios Medievales. Miembro cofundador de la Red Latinoamericana de Estudios Medievales, ha sido investigador visitante del Centro de Estudios Medievales y Renacentistas de la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos). Actualmente es profesor de historia medieval en la Universidad de los Andes y la Universidad del Desarrollo (Chile). Su especialidad es la historia política e institucional de Inglaterra y Castilla en el siglo XII.

*Publicado por la editorial Trea, enero 2022.