La guerra del inglés en España (1808-1814). La historia como campo de batalla
Manuel Moreno Alonso

La Guerra de Independencia ha sido uno de los grandes hitos de la historia española. Reúne todos los arquetipos de la imagen que se tiene del espíritu hispano: noble, caótica, popular, cruel, heroica, pobre… La victoria de las guerrillas frente al poderoso ejército francés ha creado una aureola legendaria de aquella contienda, que aún hoy pervive. La realidad fue algo distinta: las guerrillas, por supuesto, jugaron un papel muy destacado, pero también fue decisiva la participación inglesa. El ejército británico, liderado por el futuro duque de Wellington, sostuvo la guerra cuando la Península estaba prácticamente sometida a Napoleón. Españoles, portugueses e ingleses lucharon hombro con hombro para derrotar a la Grande Armée, a veces en situaciones extremas y con todo perdido, a veces coordinados, en ocasiones cada uno por su lado. La contienda, que se extendió a lo largo de seis implacables años, acabó con la expulsión gala de la Península, una de las derrotas más duras del emperador corso.

Según suele suceder, lo que pasó no siempre coincide con lo que nos han contado. La historiografía anglosajona, excepcional en la mayoría de las ocasiones, adolece de ciertos vicios que se repiten de manera intermitente. La Guerra de Independencia, conocida para los británicos como Penisular War, ha sido víctima de uno de esos defectos, es decir, de la visión parcial de los historiadores anglosajones. Estos han enfatizado la labor acometida por sus ejércitos y despreciado a portugueses y españoles, que se habrían limitado a hostigar al enemigo de forma desordenada, mientras las casacas rojas soportaban el peso de la contienda. Esta imagen, perpetuada en el tiempo, no es veraz: los peninsulares lucharon denodadamente por defender su territorio, con mayor o menor eficacia, y nunca se rindieron, pues era su libertad la que estaba en juego. Algo que no dudaron en reconocer todas las potencias europeas del momento.

Existen numerosos estudios sobre la Guerra de Independencia, pero probablemente pocos alcancen la calidad y la minuciosidad del llevado a cabo por el catedrático Manuel Moreno Alonso con su monumental obra La guerra del inglés en España (1808-1814). La historia como campo de batalla*. Es un exhaustivo trabajo, de más de mil doscientas páginas, que ahonda en el desarrollo del conflicto —centrando su atención en la compleja relación de los hombres de Wellington con las desorganizadas fuerzas españolas— e incide de forma pormenorizada en las distintas versiones, muchas muy alejadas de la verdad, que la historiografía (especialmente la inglesa) ha dejado sobre ella.

Así lo explica el autor: “De esta forma, con el presente libro, volvemos desde planteamientos nuevos a ocuparnos de aquella lucha que, contada como ‘su’ propia guerra, al margen de lo que sucedió en la Península, los ingleses llamaron desde el principio Peninsular War. […] Denominación esta perfectamente asumida desde entonces (aunque Napoleón siempre entendió la lucha en Portugal para expulsar a los ingleses dentro de los ‘asuntos de España’), que en nuestro caso nos lleva a designarla, creemos con bastantes razones para ello, con el nombre de la Guerra del Inglés porque aparte de luchar a su modo, éstos la contaron después igualmente desde su punto de vista con olvido de tantos aspectos clave de la guerra en la Península que no les interesaban por no concernirles. […] De esta forma, tan limitada por consiguiente, la versión británica de ‘su guerra’ transcurrió por cauces diferentes a la lucha patriótica sostenida por los españoles contra Napoleón. Lo que nos ha llevado a revisar ésta tanto para comprender las razones que pesaron en la completa desconexión existente entre los mismos aliados como la postrera versión que de ella dieron sus cronistas e historiadores posteriores”.

El libro de Manuel Moreno apenas deja resquicio sin explorar. Analiza la guerra desde distintos enfoques: militar, social, político, cultural… No se reduce, sin embargo, a una relación detallada de cada hito de la contienda y de las idas y venidas de los ejércitos en liza. Trata, más bien, de ofrecer un marco general de lo que supuso este enfrentamiento. El autor, además, busca alejarse de la “versión oficial” (muchas veces condicionada y escrita por los propios actores atendiendo a sus intereses) y acercarse a los hechos menos divulgados. Nos ofrece, así, un panorama global de cómo se desarrolló realmente la guerra y el papel que jugaron unos y otros.

Como trasfondo del relato bélico, Manuel Moreno disecciona la imagen de la Guerra de Independencia que la historiografía inglesa ha legado y sigue sosteniendo mayoritariamente. El catedrático de la Universidad de Sevilla se muestra muy crítico con sus homólogos ingleses (y con algunos españoles), a los que acusa de elaborar, interesada o inconscientemente, un escenario muy distinto al que tuvo lugar en realidad. En uno de los últimos capítulos, con el elocuente título de “La guerra de los historiadores”, explica la aproximación de los intelectuales y académicos ingleses al conflicto que se dirimía en la Península. Como en tantas otras ocasiones, su versión se hallaba distorsionada por prejuicios o por una publicística oficial que tenía que justificar y apoyar a los ejércitos regulares mientras combatían. Solo así se explica el menosprecio, sin pudor, de la labor de españoles y portugueses, para otorgar todo el mérito de la victoria a los hombres del duque de Wellington.

Si bien la extensión del trabajo de Manuel Moreno no invitará, probablemente, a su lectura a un público poco habituado a estos textos, su buen hacer y la calidad de la obra deberían ser elementos suficientes para convencerle de tomarlo en sus manos, tal es la importancia de este trascendental acontecimiento de nuestra historia. Obviamente, el libro requiere una lectura sosegada, pues son muchas las cuestiones que trata, pero a su término tendremos una percepción muy acabada de cómo se fraguó la guerra y de cómo la historiografía puede influir en el imaginario colectivo tergiversando la realidad, hasta amoldarla a los intereses de unos pocos. Sin llegar a los dislates que supuso la construcción de nuestra Leyenda Negra (de la que, por otra parte, se imbuyen algunos de los autores ingleses que abordan la Guerra de la Independencia), asistimos a una nueva adulteración de la realidad, en la que los españoles volvemos a salir mal parados. Este libro intenta hacer justicia.

Concluimos con estas palabras del autor: “No obstante lo cual, al final, lo que ha prevalecido ha sido una versión oficial de aquella guerra que, prescindiendo de esta realidad, ha desvirtuado la historia, minimizando el esfuerzo peninsular a favor de la victoria final, que muchos británicos siguen creyendo haber sido exclusiva de ellos. Olvidando el hecho de que la Península sufrió extraordinariamente el peso del inmenso poder de Napoleón, la versión británica de “su” guerra es, además, tan negativa de sus aliados españoles que en muchos casos sus explicaciones hasta parecen tener mucho más que ver con argumentos procedentes de los prejuicios de la “leyenda negra” que de la más elemental explicación histórica. Pues fueron demasiadas las ocasiones en las que vieron solamente lo que quisieron ver. Con lo cual se distorsiona la realidad de un conflicto mucho más complejo en el que lo mismo los sucesos que la forma de narrarlos a lo largo del tiempo precisan de otros elementos para su mejor compresión y esclarecimiento”.

Manuel Moreno Alonso es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Sevilla, y miembro de la International Napoleonic Society. Dedicado al estudio de la crisis de conciencia de finales del Antiguo Régimen y comienzos del Nuevo, ha desarrollado una amplia actividad investigadora sobre la época napoleónica y sobre la Guerra de la Independencia española. Entre otros, es autor de La Revolución francesa en la historiografía española del siglo XIX (1979), La generación española de 1808 (1989), Sevilla napoleónica (1995), Los españoles durante la ocupación napoleónica. La vida cotidiana en la vorágine (1997), Napoleón. La aventura de España (2004), La batalla de Bailén. El surgimiento de una nación (2008) o El nacimiento de una nación (2010).

*Publicado por Sílex Ediciones, enero 2019.