GRANDE - ARIEL - JULIO CESAR

Julio César. Un dictador democrático
Luciano Canfora

Julio César es una de los personajes centrales de la Historia Antigua. Representa, quizás mejor que nadie, el fin de un mundo y el comienzo de otro. Tras su asesinato, la República, ya agonizante, dará paso al Principado de la mano de su hijo adoptivo Octaviano (el futuro Augusto). Su vida, inmortalizada en miles de libros, obras de teatros o películas y, en especial, su trágica muerte han cautivado (y siguen haciéndolo) a las grandes figuras de la literatura universal y son pocos quienes no conozcan, al menos por encima, los hechos más destacados de su biografía. A lo largo de nuestra historia tan solo un puñado de hombres ha alcanzado tal nivel de reconocimiento.

Durante el último siglo antes de Cristo el expansionismo militar romano desbordó los tradicionales mecanismos constitucionales de la República y obligó a buscar nuevos medios para controlar tan vasto imperio. Fue entonces cuando entraron en escena figuras como Mario, Sila, Pompeyo, Craso o Cicerón, cuya gloria (salvo la de éste último) se asentaba en victorias obtenidas frente a los enemigos de la República. Si hasta aquel momento Roma había basado su poder principalmente en el ejército y en su sistema político, la aparición de “caudillos” militares alteró completamente el equilibrio de poder. El Senado fue perdiendo influencia en detrimento de las legiones y serán los generales quienes luchen por hacerse con el control del gobierno, manipulando y quebrantando a su antojo las leyes. Por supuesto, la vida política romana es infinitamente más compleja y existen muchos más matices pues, a pesar de la popularidad de los generales, la autoridad de los senadores como Catón o Cicerón seguía siendo significativa.

ESTATUA DE JULIO CESAREn este mare magnum que era la política romana del siglo I a.C. emerge la figura de Julio César. Perteneciente a una distinguida familia, logró sobrevivir a las proscripciones de Sila y tras servir como legado militar en Asia comenzó su cursus honorum como cuestor en Hispania, labor que concluirá años más tarde con la dictadura. Ahora bien, su trayectoria estuvo plagada de peligros y riesgos que pudieron costarle la vida en más de una ocasión, y tan solo su habilidad política y la suerte lograron mantenerle a salvo. Como explica Luciano Canfora en su obra Julio César. Un dictador democrático*: “En cada momento y, sobre todo en los decisivos, la acción política y militar de César estuvo expuesta a los resultados más diversos. Corrió el riesgo, una y otra vez, de perderlo todo, especialmente en el curso del interminable conflicto que concluyó con su muerte violenta. Al final naufragó en la acción más espectacular, si bien no del todo imprevista: la conjuración de los suyos. Y sin embargo, ha conservado un prestigio póstumo inagotable y una fuerza sugestiva de larguísima duración, que hace, incluso de su nombre, un arquetipo”.

Canfora, uno de los historiadores e intelectuales italianos más destacados del siglo XX, explora la figura del dictador romano desde un enfoque distinto al que solemos estar acostumbrados. No es una biografía al uso. Su finalidad no es tanto narrar los hechos de la vida de Julio César como investigar la exactitud y verosimilitud de los acontecimientos que ya conocemos. Cada capítulo está dedicado a una cuestión específica y en ellos se combina la relación de sucesos con el análisis de los estudios relacionados con dichos sucesos: de ahí que las referencias a las fuentes (y sus contradicciones) o la cita de trabajos de especialistas sea una constante a lo largo del libro. Este intento por distinguir entre lo real y lo “adaptado” lleva a Canfora a dedicar capítulos concretos a estudiar únicamente cómo se plasmó en las fuentes la vida de César. Algunos ejemplos: “El discurso al Senado reelaborado por Salustio” (capítulo VIII) o “Los efectos del triumvirato: el dictamen de Asinio Polión” (capítulo X). Este proceder rompe un poco la linealidad de la obra y la fluidez de su lectura, pero el lector recibe a cambio uno detallado y magnífico estudio sobre la vida de Julio César.

Como toda buena biografía, la de Canfora intenta responder a la pregunta ¿quién fue realmente Julio César? Mucho de lo que hoy conocemos sobre el general romano está adulterado por su leyenda, siendo difícil discernir entre el hombre y el mito. Explica el autor en el prefacio de su obra que la imagen de César ha sido utilizada por unos (príncipes o emperadores) y por otros (republicanos) para justificar sus principios y vender unos ideales que estarían reflejados en su figura legendaria. Pero no sólo han mitificado al dictador romano personas interesadas, numerosos historiadores han sucumbido también al embrujo de César. Así lo expresa Luciano Canfora: “César ha electrizado a sus historiadores a una distancia de milenios. Ha inducido a mentes lúcidas y de gran experiencia a hablar de él como del inefable. ‘En esto se halla la dificultad, se podría decir la imposibilidad, de hacer una exacta descripción de César’, escribió Theodor Mommsen. ‘Así como el pintor puede pintarlo todo, salvo la belleza perfecta, también el historiógrafo que encuentra una sola vez cada mil años la perfección, sólo puede guardar silencio”.

CARRO TRIUNFAL CESARLa compleja tarea de abordar la vida de César no se ve facilitada por las obras que el dictador escribió. A los conocidos Commentarii de bello Gallico y Commentarii de bello civile se suman el De bello Alexandrino, De bello Africo y De bello Hispaniensi (cuyas autorías están más cuestionadas) para conformar el llamado Corpus Cesariano. Estos testimonios son algo excepcional en la antigüedad pues pocas fueron las “memorias” (por darles un nombre) escritas por sus propios protagonistas. Hay que tener cuidado en la forma de aproximarse a estos textos ya que César no siempre es sincero y hay omisiones o exageraciones que alteran la realidad. Canfora, consciente de esta realidad, utiliza estos comentarios como una fuente más para construir la biografía y, quizás lo más interesante, incluye unos apéndices en los que aborda la figura de César como escritor, sus obras y las distintas fuentes contemporáneas que han tratado la vida del dictador romano.

La obra de Canfora puede dividirse en cinco partes, aunque el autor no siga este esquema en su libro. Cada una de ellas correspondería a una fase de la vida de César. La primera englobaría su entrada en la escena política: ya hemos dicho que Canfora adopta un modelo de biografía un tanto peculiar y no sigue las pautas habituales del género, por lo tanto, el contexto familiar, su infancia y juventud apenas son tratadas (el libro comienza con su huida de la persecución de Sila y su captura por unos piratas de Cilicia). La segunda parte abarca su ascenso al poder y el triunvirato; la tercera, la campaña en la Galia; la cuarta, la Guerra Civil y la última su victoria y posterior asesinato. Destaca la especial atención con que Canfora analiza la conspiración y muerte de César, pues dedica varios capítulos a comprender cómo se gestó, quiénes estuvieron implicados y cómo se produjo la conjura.

La imagen que Canfora quiere transmitir de Julio César intenta alejarse de los adjetivos y centrarse en los sustantivos y los verbos. La habilidad política y militar del dictador romano es incontestable, pero existen matices que el autor pone constantemente de relieve. A veces se nos olvida que César sólo logró disfrutar de su victoria muy poco tiempo. Tras derrotar a los “últimos” afines a Pompeyo en Munda en el año 45 a.C. regresó a Roma donde fue asesinado tan solo un año más tarde. A pesar de haber sido nombrado dictador tiempo atrás, jamás consiguió controlar toda el Imperio, como hará su sucesor Augusto. Aunque el gran historiador alemán Mommsen sitúe el fin de la República con la muerte de Catón, lo cierto es que César hizo de puente entre la Roma republicana y la imperial.

MUERTE DE CESARLa biografía de Canfora aporta un nuevo enfoque y una nueva oportunidad de acercarnos a uno de las figuras más interesantes de la Historia Antigua, Julio César. Estamos ante una obra que merece ser leída con calma y detenimiento pues junto a la vida del personaje encontramos un período de cambio y transformación, un nuevo mundo que condicionará los próximos dos mil años de la humanidad.

Luciano Canfora, nacido en Bari en 1942, es profesor de filología griega y latina en la Universidad de Bari y uno de los grandes especialistas en Historia Antigua. Autor prolífico y traducido a múltiples idiomas, entre su abundante producción destacan libros como La biblioteca desaparecida, El misterio de Tucídides, Una profesión o El Mundo de Atenas (que también hemos reseñado en Metahistoria).

*Publicado por la editorial Ariel, octubre 2014.