CATARATA - HISTORIA DEL EJERCITO ESPAÑOL

Historia del Ejército español y de su intervención política
Francisco Alía Miranda

Hoy pocos pondrán en duda que la presencia del ejército en la política española es meramente testimonial. De hecho, el último militar que ocupó una cartera ministerial fue el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado (vicepresidente en el último gobierno de Adolfo Suárez). Las Fuerzas Armadas han dejado de ser un participante activo en la toma de decisiones públicas y se han centrado en su cometido: proteger a la nación. Su actuación se limita a participar en acciones conjuntas con el resto de las potencias europeas, en distintas partes del mundo, en especial, bajo el paraguas de la OTAN. Incluso ha desempeñado labores humanitarias, algo impensable en sus orígenes. Aunque haya quien acuse al ejército de prácticas poco democráticas, lo cierto es que los militares se han integrado completamente en el sistema político español y son una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos.

Lo que hoy nos parece habitual era, sin embargo, hasta hace bien poco, extraordinario. El ejército siempre ha sido una pieza clave del funcionamiento de la política española. Desde que, a principios del siglo XIX, se acomete su profesionalización, su presencia en la vida pública fue una constante. De hecho, se veía con normalidad que un general presidiese el consejo de ministros o incluso que alcanzase la regencia (como hicieron Baldomero Espartero y Francisco Serrano). Por no hablar del Antiguo Régimen, cuando los nobles eran educados para la guerra y desempeñaban funciones políticas y militares por igual, no siempre discernibles unas de otras. Ante la ausencia de cuerpos de seguridad del Estado profesionales y organizados (como la policía o la Guardia Civil), las Fuerzas Armadas era la única institución con el nervio, la estructura, el respeto, los medios y la disciplina para imponer el orden. No era de extrañar que, en esa tesitura, los políticos acudiesen reiteradamente a ellas para protegerse de sus adversarios o para forzar un cambio político.

El historiador Francisco Alía Miranda ha estudiado en su interesante obra Historia del Ejército español y de su intervención política. Del Desastre del 98 a la Transición* la participación de los militares en los asuntos de Estado. Como el propio autor pone de manifiesto, “el objetivo principal de esta monografía consiste en analizar la intervención del Ejército en la política española durante el siglo XX. A partir del conocimiento de la historia del Ejército y de la historia militar de España, temáticas de las que hay abundante y buena bibliografía, se pretende explicar la historia de España desde los distintos modos de intervención de los militares en la política, que han condicionado el desarrollo de la mayor parte de sus diversos periodos. El Ejército español, hasta hace muy pocos años, actuaba unas veces como grupo de presión para influir en las decisiones del poder civil, y se convertía en una espada de Damocles que lo atenazaba y amenazaba. Otras, lo suplantaba directamente, tras cambiar gobiernos y regímenes políticos a su antojo”.

Si en el siglo XIX el ejército fue una pieza clave en la política española, sus actuaciones rara vez iban encaminadas a derrocar el orden establecido y los pronunciamientos militares se utilizaban principalmente para cambiar el color del gobierno. En el siglo XX, por el contrario, sus acometidas fueron mucho más radicales y, en varias ocasiones, estuvieron dirigidas a imponer un nuevo régimen político. Cómo se fraguaron esas tentativas (algunas victoriosas, otras estrepitosamente fracasadas), qué impacto tuvieron en la política española, quiénes fueron sus principales protagonistas o cómo estos gestionaron el poder, una vez obtenido, son algunos de los temas de este breve pero brillante trabajo. Alía Miranda analiza la intervención de las Fuerzas Armadas en la vida pública del país durante la centuria pasada y nos muestra el trascendental protagonismo que tuvieron en la actual configuración del Estado.

¿Por qué el Ejército ha resultado tan determinante en la política española contemporánea?, ¿cuáles han sido las formas de intervención más o menos visibles?, ¿cómo es posible que en España su protagonismo haya sido más acusado que en otros países de su entorno? Para dar respuesta a estos interrogantes, el autor se detiene en los grandes hitos del siglo pasado: las fallidas campañas en el norte de África, la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la Segunda República, la Guerra Civil, la dictadura franquista y la llegada de la democracia (seguida del golpe de Estado del 23-F). No trata tanto de describir las distintas intentonas golpistas, como de dibujar un escenario en el que se entremezclan la organización militar, la situación política española y la voluntad popular (aunque esta no siempre fue relevante).

El texto de Alía Miranda se acompaña con un breve prólogo de Fernando Puell de la Villa, presidente de la Asociación Española de la Historia Militar, quien, tras unas elogiosas palabras al autor y a su obra, realiza un somero resumen bibliográfico de los principales trabajos que se han publicado sobre la materia.

Concluimos con esta reflexión de Francisco Alía sobre nuestro presente: “Por primera vez en nuestra historia contemporánea, no se oye ni la queja, ni la opinión, ni el ofrecimiento para su solución [de los actuales problemas que atraviesa el país] de los jefes militares en activo o en la reserva, algo impensable en otros periodos históricos. Tampoco los gobiernos piensan ya en los militares para su remedio, como ha sido recurrente ante problemas similares del pasado o durante numeroso conflictos sociales y políticos del siglo XIX y XX. Esto es un buen síntoma. Por fin se ha acabado la “espada de Damocles” y la fuerza de las armas. Desaparecida la amenaza del Ejército y de sus militares que tradicionalmente se arrogaban como “salvadores de la patria”, solo la fuerza de los votos y la política tienen ya la palabra y la oportunidad para revitalizar y fortalecer el régimen democrático español”.

Francisco Alía Miranda es profesor titular del Departamento de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha. Especialista en la historia española de la primera mitad del siglo XX, entre sus obras sobre la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y la guerra civil (1936-1939) destacan La agonía de la República. El final de la guerra civil española (1938-1939) [2015]; Julio de 1936. Conspiración y alzamiento contra la Segunda República [2011]; Duelo de sables. El general Aguilera, de ministro a conspirador contra Primo de Rivera (1917-1931) [2006]. Otra de las líneas de investigación que ha desarrollado es la metodología de investigación histórica, con libros como Técnicas de investigación para historiadores. Las fuentes de la Historia [2005 y 2008] y Fuentes de información para historiadores [1998].

*Publicado por la editorial Libros de la Catarata, abril 2018.