Historia del alma (Antigüedad, Edad Media, Siglo de Oro)
Guillermo Serés

A veces merece la pena escapar de la rutina para llevarnos alguna sorpresa agradable. En el mundo editorial, la mayoría de los libros que tienen la historia como objeto se sustentan en la fría e implacable razón, los hechos ocupan un lugar destacado y el relato se guía por la investigación del autor. No puede ser de otro modo, pues la historiografía ha de basarse en la concienzuda indagación de las fuentes y en la interpretación rigurosa de los sucesos analizados. El historiador puede, por supuesto, “endulzar” su trabajo y enfocarlo a un público más amplio, pero la buena divulgación es, en ocasiones, más ardua que una interminable tesis doctoral. El tema elegido también es importante y normalmente se abordan cuestiones políticas, militares o socioeconómicas, aunque en los últimos años las biografías son más frecuentes. Solo esporádicamente algún osado se adentra en terrenos inexplorados y publica un trabajo “exótico” que no se atiene a los cánones tradicionales.

Hay materias, más abstractas, cuya investigación resulta harto compleja. Por ejemplo, la percepción que nuestros antepasados tenían de lo imaginario, de lo irreal o de lo religioso es muy diferente de la nuestra y, salvo los grandes pensadores, rara vez se trasladaba al papel. Esa transmisión se producía por medio tradición oral, pero sus contornos se difuminaban o sufrían profundas modificaciones con el paso del tiempo. Con todo, conocer esas facetas del pensamiento es sumamente esclarecedor, pues nos permite atisbar cómo se afrontaron en el pasado las grandes preguntas que siempre han acechado al ser humano y que condicionan el modo de vida de todas las civilizaciones, especialmente de las más antiguas en las que la razón y la fe no solían estar disociadas.

El profesor y filólogo Guillermo Serés se adentra, en su exquisita y profunda obra Historia del alma (Antigüedad, Edad Media, Siglo de Oro),* en una de las grandes cuestiones de la filosofía y de la teología: el alma. Un concepto (¿?) que ha sobrevolado todas las edades de la historia del hombre y que no ha dejado indiferente a ningún pensador. Plantearse su existencia y, de existir, comprenderla ha traído de cabeza a los grandes intelectuales de la humanidad. Las respuestas que han dado, desde Homero hasta Descartes, a esos interrogantes constituyen el eje del trabajo de Serés.

Así lo explica el autor: “El libro […] se limita a trazar un recorrido por las respuestas espigadas desde la Antigüedad grecolatina hasta el Siglo de Oro, para comprobar en nuestras letras la pervivencia de algunos motivos, tópicos y temas cardinales. He querido mostrar, por ejemplo, cómo el alma se concibió como reflexión intelectual, hasta llegar casi a la abstracción de los neoaristotélicos, a la abstención de los escépticos, o a la nada ascética, pasando por la actitud contemplativa de un fray Luis de León complementada con la negación de los neoestoicos, que alcanzarán hasta Andrada o Quevedo, que a su vez sigue a Suárez y su ‘dependencia accidental o concomitancia’ hilemórfica. También se hace eco el libro, por otra parte, de las tumultuosas pasiones del alma, que pueden desembocar en melancolía o en las tribulaciones desaforadas (éxtasis, revelaciones, visiones) de algunos místicos, sin olvidar que otros teóricos señalaron que el humor negro es el necesario germen de la genialidad”.

Como habrá podido apreciar el lector tras este breve extracto, el libro de Guillermo Serés reviste cierta complejidad. No es una obra sencilla, de manera que, para poder apreciarla (y disfrutarla) como se merece, requiere atención y tiempo. Un tiempo muy bien invertido, por cierto. Pero tampoco se confundan: no se trata de un texto destinado únicamente a académicos o especialistas ni de un enrevesado trabajo de investigación solo al alcance de unos pocos, sino que tiene vocación general y busca llegar a un público amplio. Es cierto, sin embargo, que las ideas sobre el alma de Platón, Santo Tomás de Aquino o Francisco Suárez, abocan a disquisiciones filosóficas de considerable enjundia, incompatibles con una lectura apresurada. Es preciso detenerse y reflexionar para empaparse de la riqueza intelectual y cultural que nos transmite el autor en cada página.

La erudición de Guillermo Serés es incuestionable. Abruma el esfuerzo sintético que ha acometido y su conocimiento de la materia. Las casi cien páginas de notas dan buena cuenta del empeño del autor. Su trabajo engloba 2.500 años de historia, condensados en 250 páginas, por los que transitan las mentes más brillantes de la humanidad. El alma ejerce de eje temático del libro, a partir del cual se describe cómo se concibió en cada época, qué cualidades se le atribuyeron o el encaje que tenía en el mundo terrenal y en el más allá. El propósito del autor no es brindarnos respuestas definitivas (probablemente nunca seremos capaces de hallarlas), sino exponer las soluciones que se han intentado encontrar a lo largo de la historia. No solo desde el mundo de la filosofía, sino también del arte o de la medicina.

Dejemos que sea Serés quien explique la sistemática de su obra: “La dificultad de mantener un único motivo recurrente me ha llevado a dividir el libro en diez capítulos que abordan otros tantos asuntos directamente relacionados con el central, sus derivaciones desde los primeros tiempos del Humanismo hasta el siglo XVII y su proyección europea. A pesar de dicha división, hay varias ideas y nociones que recorren todo el libro, como la de la unicidad intelectual, a partir de Aristóteles, la idea de inmortalidad, la supremacía del alma racional, la herencia de la teoría estoica del pneuma, la importancia de las pasiones o emociones, la relación alma y cuerpo, o la presencia mayor o menor de las distintas porciones del cuerpo. La capitulación, así, responde al objetivo de ofrecer una doble aproximación: la estrictamente historicoliteraria, o historicocultural, y la temática, entendida como el análisis y la descripción de la noción central desde las diversas disciplinas: la filosofía, la teología (positiva o negativa), la medicina, la literatura, o la teoría política. Ambas aproximaciones, inextricablemente unidas, quieren sustanciar esta naturalis historia”.

Nos hallamos ante un libro poco común, una de esas pequeñas joyas que, por suerte, todavía hoy se publican, ajenas a los caprichos del mercado. No hay muchas editoriales que se arriesguen a publicar un texto de estas características. A pesar de que el alma ha sido (y es) uno de los grandes interrogantes de nuestra existencia, asociada a la muerte, a las pasiones, a la fe…, pocos se habían atrevido a explorar la historia de su concepto. Guillermo Serés lo hace con maestría y de la mano de figuras como Homero, Galeno, Platón, Aristóteles, Avicena, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham, Giordano Bruno, Luis Vives, Santa Teresa de Jesús, Arias Montano…

Guillermo Serés (Zaidín, Huesca, 1957) es Catedrático de Literatura Española en la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro correspondiente de la Real Academia Española. Filólogo, especialista en la historia de las ideas desde la Antigüedad hasta la época moderna y en la literatura española medieval y del Siglo de Oro, ha contribuido al conocimiento de esos campos con estudios como La transformación de los amantes y ediciones críticas y anotadas, como la Obra poética, de fray Luis de León; El conde Lucanor; el Examen de Ingenios, de Huarte de San Juan, o la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo.

*Publicado por Galaxia Gutenberg, enero 2019.