Hispania, al-Ándalus y España. Identidad y nacionalismo en la Historia
VV.AA.

Quizás también en otras épocas, pero sin duda en estas últimas décadas, el uso que se ha hecho, entre nosotros, de la historia está muy lejos de ser el deseable. En vez de emplearla para comprender nuestro pasado y aprender de sus enseñanzas, se ha manipulado con el ánimo de justificar determinadas visiones del presente y, así, condicionar el futuro. La historia, como ciencia, es irrelevante para aquellos que solo buscan beneficios políticos inmediatos con la invocación de los hechos pasados.

El intento por desentrañar los misterios de nuestras raíces como sociedad ha dado paso a una tergiversación de estas, con vistas a ajustarlas a relatos preconcebidos e interesados. Por desgracia, parte de la historiografía, incluso algunos prestigiosos historiadores, se ha dejado arrastrar por esta corriente y ha generado un debate que tiene más de ideológico que de propiamente histórico. Son muchos, además, los que prefieren la polémica, los blancos y negros y las frases grandilocuentes a los pesados libros académicos que, construidos a partir del estudio de las fuentes, no suelen arrojar conclusiones absolutas y dejan abierta la posibilidad a distintas interpretaciones.

Entre los sucesos de nuestra historia que más controversia han generado se hallan la invasión árabe de la Península y la posterior reconquista. El debate sobre ambos no es nuevo, pero se ha revigorizado. Sánchez Albornoz y Américo Castro ya discutieron, a mediados del siglo XX, sobre el origen de la “esencia” de España. Su polémica ha acompañado a la historiografía española hasta hoy. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ido impregnando de un carácter más político, motivado, entre otras razones, por las reivindicaciones que algunos partidos han hecho de unos u otros acontecimientos. La complejidad de analizar un mundo diametralmente opuesto al nuestro, cuya existencia se prolongó durante varios siglos y sobre cuyos rasgos las fuentes menudean, no debería conducirnos a aceptar, sin más, generalizaciones vacías. Obviamente, hay hechos que no se pueden negar, como que la invasión árabe supuso el derrumbamiento del reino visigodo y que los reinos cristianos iniciaron un proceso de reconquista, llámese con este u otro nombre. Sentados esos hechos, queda abierta a la discusión su interpretación y el análisis de sus efectos en la conformación de lo que hoy conocemos como España.

Los historiadores deben elevarse por encima del trazo grueso y del fango político para buscar en el pasado, y no en el presente, las respuestas a sus interrogantes. Por desgracia, no siempre ocurre así y el debate sosegado, el único que beneficia a la verdad, se ha sustituido por enfrentamientos inspirados en segundas intenciones, que trascienden lo meramente científico y solo consiguen crispar y polarizar las respectivas visiones. Para contrarrestar esta tendencia, los profesores Maribel Fierro y Alejandro García Sanjuán reunieron en la Casa Árabe a algunos de los mejores medievalistas españoles, pidiéndoles que abordaran estos temas. El resultado de las charlas que tuvieron lugar entre el 14 y 15 de noviembre de 2016 se plasma en la obra colectiva: Hispania, al-Ándalus y España. Identidad y nacionalismo en la Historia*.

Así explican los coordinadores del libro el propósito de aquellas jornadas y del trabajo que de ellas ha derivado: “Con este seminario, los organizadores pretendimos realizar una experiencia hasta ahora inédita en el ámbito académico español. Se trataba de reunir a investigadores de las más diversas tendencias con el fin de debatir en torno a una serie de cuestiones que han resultado tradicionalmente controvertidas en nuestro país, debido a su estrecha relación con la idea de identidad nacional. Como revela la propia tradición historiográfica española, el periodo medieval ha sido considerado un momento central en la conformación de dicha identidad, tanto desde la perspectiva tradicionalista que representa Sánchez-Albornoz y que se expresa mediante la noción de «Reconquista», como desde el caso de las tesis, mucho más marginales (sobre todo, en España), de Américo Castro, de quien procede el paradigma de la «convivencia» y las «tres culturas»”.

Como suele ocurrir en toda obra conjunta, las aportaciones de los autores son muy dispares. En este caso, el libro reúne hasta veintidós colaboraciones. Existe un nexo entre todas ellas, pero difieren considerablemente en su contenido, su enfoque y su estructura. Aunque la gran mayoría de los autores son profesores universitarios, el tono de los textos no corresponde a una disertación académica sobre el tema tratado y se dirige, más bien, a un público amplio y no especializado. Los distintos capítulos, relativamente breves (en torno a las diez páginas por autor), recogen reflexiones o sintetizan ideas sobre la reconquista, al-Ándalus y la idea de España. Las posiciones son, en muchos casos, antagónicas, pero todas tienen una base científica y están avaladas por los conocimientos de quienes las sostienen. Los autores no son advenedizos, sino que cuentan con una sólida trayectoria profesional. Obviamente, el lector podrá discrepar de muchas de las conclusiones que vierten, pero de eso se trata, de enfrentar opiniones contrapuestas para que el debate se enriquezca.

Para organizar las veintidós aportaciones, los editores han optado por dividirlas en cuatro grandes bloques temáticos. El primero (“Reflexiones sobre cómo miramos”) engloba siete artículos dedicados, principalmente, a analizar las distintas corrientes que han abordado la historia de España y la identidad nacional. Se observa en ellos un sesgo crítico con el uso ideológico de la historia medieval y de expresiones como “Reconquista” o “Hispania”. El segundo bloque (“Las miradas desde los márgenes”), compuesto de seis colaboraciones, pone el foco de atención en grupos sociales poco tratados y frecuentemente olvidados, como los moriscos y los judíos, y en la relación de los temas que aborda el libro con los discursos nacionalistas generados en ciertas regiones de España, como Cataluña, Navarra o Andalucía.

El tercer bloque (“La mirada persistente”) reúne en cinco textos, como explican los editores en la introducción, “los trabajos que tienen en común una cierta reivindicación de las visiones más tradicionales acerca del periodo medieval peninsular, visiones que tienen en la idea de «Reconquista» su pilar conceptual más importante”. La pérdida de Spania, la continuidad temporal de una España permanente al margen de los pueblos o de las culturas que ocupan su territorio o la exclusión de al-Ándalus de la historia de España son algunas de las cuestiones que en él se estudian. El cuarto y último bloque (“Miradas de detalle”) recoge una miscelánea de artículos que abordan aspectos tan variados como el origen etimológico de “al-Ándalus”, la relación entre los reinos de Taifas y la Transición, las “tres culturas” y la ciudad de Toledo o el hispanismo fuera de España.

Concluimos con esta reflexión de los editores que sintetiza el resultado de su trabajo: “El presente volumen lo integran un total de veintidós contribuciones que, por lo dicho hasta ahora, se caracterizan por su adscripción a tradiciones historiográficas distintas y por responder a planteamientos a veces radicalmente opuestos, no solo sobre el periodo medieval peninsular, sino respecto a cuestiones mucho más básicas tales como el propio concepto de historia o la forma en la que desde el presente se debe abordar el estudio del pasado. Ello, sin duda, otorga al volumen un contenido heterogéneo, pero también contribuye a transmitir la existencia de una importante diversidad de tendencias dentro de la historiografía española actual”.

*Publicado por Marcial Pons Ediciones de Historia, octubre 2020.