GRANDE - URGOITI - ELS CORRENT IDEOLOGIC RENAIXENSA

Els corrents ideològics de la Renaixença catalana
Antoni Rovira i Virgili

En toda literatura existen obras que, a la luz de acontecimientos que le son extemporáneos, adquieren un aire de frescura y novedad suficiente para premiarlas con nuevas lecturas. Las realidades presentes, convertidas en catalizadores del pensamiento pretérito, suelen ser de lo más variopintas. Así por ejemplo, el inicio de la guerra de Irak conducía a una nueva recuperación de los historiadores griegos, al menos para ver las similitudes de argumentación del invasor, el intemporal “si vis pacem, para bellum”. O cómo entender el comunismo chino sin el “todo bajo el sol” de la historia fundacional del taoísmo.

En el caso de nuestro país esta relectura de antecedentes se ha convertido en actividad decenal, por aquello de que desde 1812 todo son discusiones ornamentadas del mismo problema. A lo largo de los últimos meses –por no decir los últimos años- los periódicos y los políticos, alguno con fijación enfermiza, se han enfrascado en lo que parece la última catarsis hispánica, el problema territorial de España; resumido todavía más: el problema de Cataluña.

No pretende esta reseña proponer una solución a tan claustrofóbica cuestión (Ortega ya descartaba, o no concebía, fórmula mágica) pero parece necesario recomponer las reglas del juego, las bases de la fundamentación, del argumento y la retórica duelista. Un libro como el aquí reseñado Els corrents ideològics de la Renaixença catalana de Antoni Rovira i Virgili* cumple esta función, tanto por las ideas esgrimidas como por el autor que sostiene la pluma. Antes de una diatriba política –aquí llevamos más de treinta años con ellas– siempre es de desear que el moderno sofista conozca al menos la teleología de aquello que aduce; en otro caso, lo único que acaba sobresaliendo es el floripondio sentimentaloide de sumario de telediario. Es necesaria la lectura, el estudio y la razón, trinomio cuya ausencia suele provocar irritación estomacal en un auditorio razonable.

De la cuestión catalana se debe decir que su resolución, en cualquiera de los infinitos sentidos que uno quiera contemplar, ha de pasar necesariamente por la historia. Su origen es filosófico e histórico (este libro lo demuestra) y ambos serán los cauces de su resolución. De ahí lo necesario de la obra, por su contenido explicativo y especulativo. Rovira y Virgili es pieza angular de la Cataluña nacionalista del siglo XX, tan es así que hasta tiene universidad a su nombre. Entenderle a él es comprender la fundamentación ideológica del nacionalismo catalán; y a un autor se le entiende por sus obras.

Quien crea necesario aportar su granito de arena a esta discusión hará bien en proveerse primero del bagaje intelectual que dote a sus ideas de una cualidad mayor que la del puro eslogan. Obviamente con la sola lectura de este libro nadie se convierte en erudito del nacionalismo, pero ya da un paso en la buena dirección, y si el que no sabe lo lee en catalán, todavía mejor. Luego ya, si las ideas de Rovira son consistentes o no es harina de otro costal.

ORIGEN ESCUDO BARCELONALa edición de Urgoiti de Els corrents ideologics de la Renaixença catalana tiene la singularidad, y el acierto, de presentar el texto en su catalán original y en castellano. No es indispensable la lectura de este último porque la versión catalana, salvo unas pocas palabras, se entiende sin la menor dificultad. Junto a ambas, y previamente, se ha introducido un prólogo de Andreu Navarra con la intención de arrojar algunas pinceladas de luz sobre la figura de Rovira i Virgili.

Sobre el prólogo se puede decir que cumple con acierto, si no con brillantez, la intención que se propone, esto es, acercar el autor a aquellos que no le conocen ni a él, ni a sus compañeros militantes, al menos con mucha profundidad. El problema, si es que se le puede llamar así, aparece en las pocas ocasiones en que el estudio descriptivo cede ante el análisis ideológico. Salen a la luz entonces los mismos lugares comunes, las mismas sensiblerías y la misma carencia de penetración filosófica de las que adolece buena parte la historiografía española en su conjunto. La ensimismación constante con la superficialidad de la era post moderna impide al estudioso profundizar en las razones y fundamentos filosóficos de la materia estudiada, lo que aboca a la equiparación de validez para toda postura, para todo argumento. El sentimiento, recubierto de racionalidad, que no razón, se constituye en amo y señor de la casa, desplazando cualquier otra potencia al limbo de las bibliotecas.

La obra de Rovira i Virgili se compone de cuatro capítulos con sus correspondientes divisiones, a cada uno de los cuales el autor atribuye un período concreto de la Renaixença. El primero se iniciaría con la “Oda” de Aribau y vendría constituido por los inicios auspiciados por el romanticismo puramente decimonónico. Después, en el segundo capítulo, aparece la corriente que Rovira llama positivista, aunque dentro del marco general de la ideología romántica que aún hoy deja sentir sus amarras. El tercer capítulo corresponde al periodo neorromántico, donde destaca la figura de Prat de la Riba. Y ya al final aparece el período clásico, encabezado por Eugeni D’Ors.

Este breve ensayo, no más de ochenta páginas, es una aproximación inicial que todo interesado en la cuestión catalana ha de degustar.

Antoni Rovira i Virgili (1882-1949), periodista, político e historiador, velaría sus primeras armas en cabeceras como El Poble Català o La Veu de Catalunya, entre otras muchas. Auténtico agitador republicano, en cuya fe milita desde su juventud, en 1922 fue uno de los fundadores de Acció Catalana, formación en la que confluirían intelectuales, con vocación progresista y netamente nacionalista, y en 1932 convergería en Esquerra Republicana de Catalunya. Desde sus posiciones políticas intentó diseñar un republicanismo confederal, un “federalismo soberanista” que abandonara el historicismo reaccionario y se construyera alrededor de una concepción radicalmente democrática de la vida política.

Verdadero polígrafo, siempre con la vena periodística en cada uno de sus escritos, fue autor de biografías (Almirall, Pi i Margall…), agudos análisis sobre el fenómeno nacionalista (El nacionalismo catalán: su aspecto político, los hechos, las ideas y los hombres, 1917), y obras propiamente históricas como una Història dels moviments nacionalistes (1912-1914) que destaca por su asombroso caudal de información, o su más conocida Història nacional de Catalunya en 7 vols. (1922-1934), entre otras muchas.

Andreu Navarra Ordoño (1981) es Doctor en Filología Hispánica (2010). Ha sido investigador contratado y profesor en la Universidad de Barcelona y la UAB. Ha publicado 1914. Aliadófilos y germanófilos en la cultura española (2014), El anticlericalismo. ¿Una singularidad de la cultura española? (2013), La región sospechosa. La dialéctica hispanocatalana entre 1875 y 1939 (2012) y la edición de El literato y otras novelas cortas de José María Salaverría (2013).

*Publicado por Urgoiti Editores, octubre 2014.