SINTESIS - SIGLO XVIII EN FEMENINO

El siglo XVIII en femenino. Las mujeres en el Siglo de las Luces
VV.AA.

La mujer es la gran olvidada de la Historia. Su rastro en los grandes sucesos de nuestro pasado es prácticamente imperceptible, casi una nota al pie de página de un legado construido, en su mayoría, por hombres. Hubo mujeres, por supuesto, cuyos nombres se han perpetuado a lo largo de los siglos: Cleopatra, Juana de Arco, Isabel la Católica o Catalina la Grande, por citar solo algunas de las más conocidas. Son, sin embargo, una proporción irrisoria frente a las que han sido marginadas de los libros de texto. La historiografía especializada y académica tampoco les ha prestado mucha atención. Solo en el siglo XX, y sin grandes alardes, ha comenzado a ocuparse de esa mitad de la humanidad a la que apenas le había dedicado estudios.

Ahora bien, tampoco hemos de caer en el extremo opuesto y pretender revisar toda la historia en clave de género. Por desgracia, el papel de la mujer en las sociedades antiguas era el que era y no podemos reinventarlo para adecuarlo a nuestro antojo. Es necesario, por tanto, un esfuerzo investigador serio y objetivo que recupere del olvido a la mujer. Y así sucede con la obra que ahora reseñamos.

Los once trabajos que componen este libro se centran en el siglo XVIII por una razón sencilla: se trataba de reunir un conjunto de autoras y temas que aportaran perspectivas distintas y complementarias sobre un siglo que tiene en España especiales connotaciones —una nueva dinastía en el trono y el desarrollo de la cultura ilustrada sin abandonar las raíces barrocas. Es preciso reconocer que, desde el punto de vista de la historia de las mujeres, es el más estudiado, por cuanto la disponibilidad documental es muy superior a la de los siglos anteriores. Pero esto no significa que se sepa todo o que todo lo que se conoce se pueda convertir en un relato o en una síntesis definitiva. Afortunadamente, cada día se publican más trabajos que abordan facetas no resueltas o que ofrecen nuevas lecturas sobre temas ya analizados, y este libro tiene como objetivo colaborar con una pieza más”. Así resume el profesor Manuel-Reyes García Hurtado el propósito de El siglo XVIII en femenino. Las mujeres en el Siglo de las Luces*, la obra colectiva que coordina.

Siguiendo los postulados de esa incipiente rama de la historiografía denominada “nueva historia de la mujer”, el libro reúne una serie de trabajos que indagan en el contexto social y político de las mujeres del siglo XVIII. La mayoría de los epígrafes abordan cuestiones de la vida cotidiana o las relaciones entre la esfera privada y la pública, cuyos límites no siempre están claros. El objetivo es aunar distintas perspectivas para ofrecer una visión global y ajustada de la mujer en aquel período. Como señalaba el coordinador del libro, que se haya elegido el siglo XVIII no es una cuestión azarosa, sino intencionada. Durante esa centuria, identificada con la Ilustración y las Luces, se produjeron importantes cambios en la mentalidad y en el comportamiento de la sociedad española. Sin muchos aspavientos, las conciencias de numerosos intelectuales abandonaron las concepciones cerradas del Antiguo Régimen y empezaron a abrirse a nuevos escenarios. Las mujeres comenzaron, entonces, a ocupar progresivamente un mayor protagonismo en la vida social y cultural del país.

Como toda obra colectiva, los temas tratados son muy dispares, peculiaridad que se acentúa en este libro dada la amplitud de su campo de estudio. Varios capítulos están dedicados a analizar el comportamiento y el encaje institucional de las mujeres en la Corte madrileña o en la nobleza. Las profesoras María de los Ángeles Pérez Samper (“Infantas de España, mujeres al servicio de la monarquía”) y María Victoria López-Cordón Cortezo (“El espejo palatino o la malla de las damas: ¿sociabilidad cortesana o cultura política?”) ahondan en el “universo femenino que rodeaba a las reinas e infantas”, mientras que Gloria Espigado Tocino (“En la estela de las Luces. La marquesa de Villafranca, una ilustrada del siglo XIX)” estudia la biografía de la marquesa de Villafranca y su labor filantrópica en la matritense Junta de Damas.

Alejándonos de la Corte y descendiendo a las clases más humildes, las profesoras María José de la Pascua Sánchez (“Vivir en soledad, vivir en compañía: las mujeres y el mundo familiar en el siglo XVIII hispánico”), María José Pérez Álvarez (“Mujeres, familia y sociedad en la montaña leonesa en el siglo XVIII”) y el profesor Manuel-Reyes García Hurtado (“Mujeres y militares en el siglo xviii. De discursos teóricos y realidad práctica”) exploran el contexto íntimo y cotidiano en que se desarrolla la vida familiar, así como las disrupciones que suponían las mujeres alejadas, ya sea voluntariamente o por circunstancias sobrevenidas, de los modelos asentados en la sociedad. Por ejemplo, María José de la Pascua afirma que “la consideración de mujer sola no depende de si vive o no en compañía, cuanto si lo hace fuera de la tutela de un hombre”. Esos “versos libres” eran vistos con desconfianza por un mundo que, no obstante los tímidos cambios, seguía siendo enormemente tradicional.

Los capítulos restantes se ocupan de facetas quizás más generales, relacionadas con la “sociabilidad” del siglo XVIII. Las profesoras Mónica Bolufer Peruga (“’Ver desde su retiro la extensión del mundo’. La experiencia y el relato de viajes”), Isabel Morant Deusa (“Educar deleitando. Los usos de la novela formativa en el siglo XVIII”), Ana Vega Toscano (“La música en el espacio femenino del siglo XVIII español”) e Inmaculada Urzainqui Miqueleiz (“La prensa española como modeladora de la conducta femenina”) indagan en la construcción de la imagen y la mentalidad de la mujer a través de los medios más populares y difundidos de la época: la literatura, la música y la prensa. Al igual que sucede hoy, las modas y los gustos estaban condicionados por lo que se veía y se oía, de modo que estudiar esos instrumentos de “adoctrinamiento” permite reconocer las principales características de aquella sociedad. En esta senda, la profesora María Luisa Candau Chacón aborda con “Las mujeres y las emociones en la Edad Moderna” diversas manifestaciones emotivas del siglo XVIII y su significado en aquellos años.

Si por algo destaca la presente obra es por la solidez de sus ponencias, alejadas de toda finalidad partidista o ideológica. Las autoras son reputadas historiadores, especialistas en sus campos y con gran experiencia investigadora. Cada capítulo refleja su buen hacer académico y aunque algunos sean sumamente especializados, el lector puede entresacar conclusiones interesantes. Con trabajos como este se reivindica el papel de la mujer en la historia y al conocer su realidad, y su encuadre en las sociedades pasadas, podremos recuperar su legado y equilibrar una disciplina cuyo protagonista hegemónico ha sido hasta ahora el género masculino.

Concluimos con esta reflexión del profesor Manuel-Reyes García Hurtado, que, en cierto modo, sintetiza el rasgo común que se infiere de las colaboraciones de la obra: “El conjunto de trabajos que hemos presentado sintéticamente insisten en los cambios por goteo que se producen en el siglo XVIII en lo concerniente a las mujeres, si bien es verdad que esas transformaciones beneficiaron a las mujeres de los grupos elevados, urbanos —madrileños en especial—, y más al final de la centuria que antes, al amparo de la evolución ilustrada, y siempre con atraso respecto a los países vecinos, en especial Francia, donde ya a fines del siglo XVII se iniciaron algunos de los que aquí se desarrollaron durante el período de Carlos III. Los otros sectores femeninos, mayoritarios pero alejados de ese movimiento y también de los cauces modernos de información y lastrados por su posición socioeconómica, apegada a la subsistencia cotidiana, apenas notaron estos cambios, ni los legislativos ni los debidos a la filantropía ilustrada, que rara vez salían del entramado urbano”.

*Publicado por la editorial Síntesis, mayo 2016.