Se cuenta que Zhou Enlai, la verdadera «cabeza» del régimen de Mao, preguntado durante el viaje que Nixon hizo a China en 1972 sobre qué le parecía la Revolución Francesa, contestó, más o menos, que todavía era demasiado pronto para juzgarla con objetividad. Años después un funcionario del Departamento de Estado estadounidense deshizo la «magia» de la respuesta, considerada durante décadas como símbolo de la proverbial sabiduría china, aclarando que en realidad a lo que Zhou Enlai se refería era a los sucesos de mayo del 68 en Francia (?). Nos quedaremos sin saber, una vez desaparecido el dignatario chino, cuáles fueron sus verdaderas palabras pero, en todo caso, la primera de las versiones lo que pone de relieve es que la Historia (con mayúsculas) necesita el paso del tiempo para solidificarse.
En España, casi cuarenta años después de la muerte de Francisco Franco, el estudio del período comprendido desde la instauración de la Segunda República hasta la muerte del denominado «caudillo» sigue siendo una cuestión espinosa, no ya por la falta de perspectiva temporal que antes señalábamos, sino porque intervienen factores ajenos a la propia labor historiográfica que dificultan su comprensión. El fuerte carácter «sentimental» que parece aún dominar el análisis de este período acaba por sobreponerse a los intentos de estudio objetivos y serios, y conduce a la aparición de verdaderos bandos enfrentados dentro del mundo académico. La carga emocional se aviva, más si cabe, cuando el debate se traslada a la calle, a los medios de comunicación y, obviamente, a las formaciones políticas.
Precisamente por todo ello, uno de los mayores logros del libro de José Luis Ibáñez Salas, El franquismo*, publicado por Sílex Ediciones, consiste en guardar en todo momento la objetividad. Parecería que es una exigencia obvia para cualquier obra histórica y sin embargo, como ya hemos dicho, se ha convertido en un rasgo no siempre presente cuando se aborda el tratamiento del franquismo. José Luis Ibáñez no se deja arrastrar por intereses partidistas ni emotivos, ni busca «vendernos» a través de una interpretación sesgada de los hechos una visión ideológica ya predefinida. Se limita, y no es poco, a contarnos qué sucedió durante el franquismo, ni más ni menos. No quiero decir con esto que la obra no tenga otras virtudes destacables, pero de la ingente cantidad de las publicadas sobre esta cuestión son pocas las que pueden catalogarse como verdaderamente objetivas y ésta es una de ellas.
Como indica el profesor Ángel Viñas en el prólogo de la obra: «[…] la labor del historiador español debe situarse hoy en dos planos: el primero, el de investigación. El segundo, y no menos importante, el de la divulgación«. En su libro José Luis Ibáñez, a partir de una muy abundante bibliografía, reconstruye los hitos más importantes del final de la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo. Utilizando nuevamente las palabras de Ángel Viñas: «En base a la literatura, especializada o de síntesis, Ibáñez Salas ofrece al público generalista esta breve obra como quintaesencia de las muchas lecturas sobre la evolución política, económica y social española entre 1931 […] y 1975«. Estamos, por tanto, ante una obra destinada al gran público en la que la combinación de profundos conocimientos sobre la materia y el interés por facilitar la comprensión de este período a los no especializados hacen de ella un referente para entender el «régimen político promovido, encabezado y personalizado por Franco [y] el período histórico durante el cual el militar autócrata ejerció el poder en España entre 1936 y 1975«.
La obra de José Luis Ibáñez gira en torno a la figura del general ferrolano, verdadero protagonista de los avatares de España durante gran parte del siglo XX. Las peculiaridades propias del régimen dictatorial español se encuentran ya en la personalidad del «generalísimo» y en la confluencia de numerosas «familias» ideológicas (carlistas, falangistas o alfonsistas) que se disputaban el ejercicio del poder. El mayor logro de Franco, una vez concluida la Guerra Civil, fue mantener el equilibrio entre las distintas «facciones» políticas durante más de treinta años, cuyas luchas están bien reflejadas en la obra que ahora reseñamos.
La estructura del libro es sencilla. Se divide en cuatro capítulos, cada uno de los cuales está dedicado a un período concreto. Antes de describirlos sucintamente, debemos tener en cuenta que se trata de una obra de síntesis, de un dibujo general de aquellos años, más que de un pormenorizado análisis de todos ellos, por lo que no encontraremos una detallada descripción de la contienda y sus batallas, o de las medidas legales o económicas adoptadas con posterioridad, sino una visión de conjunto.
El primer capítulo aborda la Guerra Civil y explica cómo Franco se hizo con el control de las fuerzas golpistas y cómo se dirimió el conflicto armado. El segundo se centra en los años que transcurren desde la posguerra hasta 1959, período que Ibáñez Salas denomina «Institucionalización del Nuevo Estado» y viene marcado por el aislamiento internacional y la autarquía. El tercer capítulo analiza el desarrollo económico de los años 60 y el período que algunos historiadores han denominado el «segundo franquismo». El fracaso de las políticas precedentes obligó al régimen a transformar su modelo productivo y a abrirse tímidamente al exterior. Son los años del despegue español, de su incorporación a las instituciones internacionales y de los primeros titubeos sobre el futuro del régimen tras la desaparición de su regidor. El último capítulo está dedicado a la agonía de un sistema que se derrumba de forma paralela al deterioro de la salud de Franco.
Cada capítulo a su vez, contiene una parte propiamente analítica en la que el autor reflexiona sobre los componentes esenciales de los años respectivos (centrándose especialmente en los factores políticos), y otra «cronológica» en la que aparecen ordenados temporalmente los sucesos más destacados. De este modo aúna la perspectiva más especializada, propia del análisis histórico, con la vertiente divulgativa (pero en absoluto banalizadora) que inspira la redacción del libro.
Para la inmensa mayoría de la población española, que nacimos mucho años después de 1975, el franquismo nos resulta hoy tan pretérito como para las generaciones precedentes pudieron ser las guerras carlistas. Y sin embargo, se trató de un régimen que dominó la vida española durante buena parte del siglo XX y cuya memoria no puede ser desconocida. Libros como el de José Luis Ibáñez contribuyen, sin duda, a que las nuevas generaciones interesadas en la historia contemos con un trabajo, riguroso y objetivo, que sintetiza los conocimientos sobre él.
José Luis Ibáñez Sala (Madrid, 1963) se licenció en Filosofía y Letras y se especializó en Historia Moderna y Contemporánea. Editor e historiador, fue el responsable del área de Historia de la Enciclopedia multimedia Encarta, ha dirigido la colección Breve Historia para Nowtilus y ahora es promotor de nuevos proyectos en Sílex Ediciones. Dirige asimismo la revista digital Anatomía de la Historia, es editor de Santillana Educación y socio fundador de Punto de Vista Editores.
*Publicado por Sílex Ediciones, mayo 2013.