Con frecuencia, acometer la biografía de un escritor afamado puede convertirse en tarea más de detective que de historiador. Muchos de los grandes literatos tuvieron una vida al margen de la escritura (hasta hace relativamente poco, un hombre de letras no podía sobrevivir solo con su producción literaria) y reconstruir sus trayectorias vitales no es sencillo, salvo si desempeñaron cargos importantes en la vida pública de la época o dejaron por sí mismos constancia de su pasado. Normalmente nos movemos en áreas grises, en las que prima más la hipótesis que la certeza y donde se han de hacer cábalas sobre determinados acontecimientos. Las fuentes suelen ser escasas, cuando no parciales, la información, de segunda mano y poco fiable y hay que echar mano de la propia obra como punto de apoyo. Por esto, no es descabellado calificarlo de trabajo casi policíaco, que demanda ir hilvanando prueba a prueba, detalle a detalle las pocas pistas que han quedado.
Dos casos muy llamativos son los de Cervantes y Shakespeare, quizás los dos escritores más importantes de la historia universal, cuyas biografías continúan (todavía hoy, cuatrocientos años después de su muerte) generando vivos debates entre los especialistas. Se tiene constancia de ciertos datos, pero hay períodos de sus vidas que son prácticamente desconocidos. Tampoco es que resulte decisivo conocer al detalle sus vidas, pues lo realmente importante es su legado, aunque siempre es útil conocer el contexto en el que se desarrolló su producción literaria para desentrañar el significado de su obra. Los hombres de letras no son (o no suelen ser) seres que viven aislados de su entorno y ajenos a las realidades de su tiempo, más bien sucede lo contrario y su devenir reviste una profunda influencia en los textos que nos brindan. De ahí que se hayan dedicado incontables monografías a estudiar los aspectos más anecdóticos, algunos casi nimios, de la vida de muchos autores renombrados.
Entre los escritores de fama universal cuya vida es poco conocida se halla Dante Alighieri, padre de la literatura italiana y uno de los grandes literatos de la historia. Considerado como uno de los primeros representantes de los cambios que se estaban produciendo en la Edad Media y que desembocarán en el Renacimiento, su obra más conocida, la Divina Comedia (que narra el viaje del autor, acompañado por el poeta romano Virgilio, hacía el paraíso) es un compendio de la cultura y del conocimiento de su época, tanto en lo religioso como en lo filosófico, lo científico y lo moral. Su obra no solo reúne ese saber, sino que también constituye un espejo de su tiempo. El historiador italiano Alessandro Barbero busca en la biografía Dante* reflejar ambos elementos, a medida que relata los principales hitos de la vida del escritor florentino.
Como se afirma en la contraportada de la obra, “Alessandro Barbero nos sumerge en la vida de Dante a la luz de la sociedad y la cultura de su tiempo. Gracias a una documentación ingente y analizando las intervenciones del poeta en el gobierno de Florencia, Barbero logra reconstruir circunstancias como el estatus social y económico de los Alighieri, la importancia del matrimonio del poeta y la naturaleza de su compromiso político. Y así esta extraordinaria biografía nos descubre, más que al escritor encerrado en su estudio, al hombre ambicioso decidido a vivir intensamente la tumultuosa y accidentada vida de las ciudades Estado del medievo, y que el tiempo consagraría como uno de los mayores genios de la literatura universal”.
La obra de Alessandro Barbero es una biografía “histórica” del personaje, no literaria. Aunque, lógicamente, sus obras aparecen de modo recurrente, no son son objeto de estudio; más bien, se abordan de manera tangencial. Si alguien espera un tratado sobre la Divina Comedia o la Monarquía, quizás debería acudir a otros trabajos (con ocasión de su centenario se han editado obras excepcionales). El historiador italiano se centra en la vida de Dante y en el contexto en el que se movió. Interesa más el hombre que el escritor, si es que ambas facetas pueden disociarse. De este modo, el libro recorre las sucesivas etapas vitales del escritor florentino, sintetizando toda la información de la que disponemos sobre nuestro protagonista y valorando las distintas teorías sobre episodios algo oscuros de su biografía. No es una tarea sencilla, ya que, tras su exilio, por ejemplo, resulta muy difícil seguirle el rastro.
Dante fue un hombre de su época. Se interesó por los asuntos de gobierno y por los problemas de sus contemporáneos. De hecho, su implicación en la política le llevó a ser expulsado de Florencia tras la entrada en la ciudad de Carlos de Valois, hermano del rey Felipe IV de Francia, apoyado por los adversarios de la facción de Dante. Alessandro Barbero da cuenta de estos sucesos y del ascendente que nuestro protagonista tuvo en Florencia y en el Vaticano, además de descubrir su periplo por la península italiana durante su exilio. Explora, además, el contexto familiar del escritor italiano, la riqueza y condición social de su familia, su infancia y educación, sus gustos y su formación cultural y literaria, sus amores (aunque Beatrice no tiene tanta relevancia como en otras biografías) y sus negocios. El resultado final es un retrato muy ajustado del escritor florentino, cuya fama, al menos en su tiempo, se asentaba más en su reputación política que en su prestigio académico.
A medida que nos desvela la vida de Dante, Alessandro Barbero también nos adentra en la fascinante historia de la Italia medieval en los siglos XII y XIII: un conjunto heterogéneo de ciudades-estado gobernadas por oligarcas o por burgueses que pugnaban por controlar pequeñas áreas de influencias. Todo ello en un contexto europeo en el que aún perviven las tensiones por el poder entre el Sacro Imperio Germánico y el Papado y en el que empiezan a consolidarse las primeras monarquías “nacionales”. Las luchas entre gibelinos y güelfos (y las propias disputas entre güelfos) marcaron la política de aquella época. Dante conoció de primera mano estas cuestiones (su De Monarchia las aborda) y participó activamente, ya sea como diplomático, como político e incluso como militar, en la vida florentina. Aquel fue un momento de la historia fascinante: intrigas, asesinatos, golpes de Estado… un mundo en plena ebullición que estaba asentando las bases del Renacimiento y de cuya extensa producción cultural Dante fue uno de sus mejores exponentes.
Alessandro Barbero (Turín, 1959), escritor y profesor de Historia Medieval en la Universidad de Piamonte Oriental, es uno de los más reputados historiadores italianos. Entre sus libros destacan los ensayos La batalla. Historia de Waterloo (2004) (cuya reseña puedes leer aquí) y El día de los bárbaros. La batalla de Adrianópolis, 9 de agosto de 378 (2007), así como la novela histórica Diario de Mr. Pybe. Venturas y desventuras de un gentilhombre americano en las guerras napoleónicas (1996), por la que obtuvo el Premio Strega, el máximo galardón literario de Italia.
*Publicado por la editorial Acantilado, septiembre 2021. Traducción de Marilena de Chiara.