ANAGRAMA - CONTESTALACION DE PASAJE

Constelación de pasaje. Imagen, experiencia, locura
Josep Casals

Hay libros escritos para ser leídos en una tumbona en verano, o en el metro de camino al trabajo, o antes de dormirse, o en una biblioteca. Incluso hay libros que se publican para que nadie los lea. Existen mil formas distintas de aproximarse a las incontables páginas editadas cada año y en ese océano de tinta algunos trabajos parecen escritos para que el lector se ahogue en ellos, esto es, para acabar sumergido sin posibilidad de escapar. La muerte, al final, es sólo una cuestión accesoria.

Entre esos libros se encuentra el ciclópeo trabajo llevado a cabo por el filósofo y profesor de Estética y Teoría del Arte, Josep Casals, en su obra Constelación de pasaje. Imagen, experiencia, locura*, uno de los proyectos literarios más lúcidos, complejos, densos, poliédricos y fascinantes publicado este año, continuación de la obra que le valió el Premio Anagrama de Ensayo, Afinidades vienesas. Sujeto, lenguaje, arte.

No es fácil, en absoluto, hacer la reseña del ejercicio intelectual de Josep Casal, tarea para cuya realización son precisos unos conocimientos previos que permitan captar la esencia de su obra y sondear las profundidades de su pensamiento. Sólo intentamos, pues, arañar la superficie e invitar al lector (al osado lector) a que se deje arrastrar por una obra colosal. A lo largo de las mil páginas que la componen, sus reflexiones, tesis, conclusiones, interrogantes y análisis abarcan gran parte de las inquietudes del hombre durante los dos últimos siglos. Su lectura requiere tiempo y esfuerzo para comprender las ramificaciones filosóficas, históricas y estéticas de los temas tratados en cada epígrafe. Muchas de las referencias que se glosan dan por ciertos unos conocimientos que, por desgracia, hoy pocos poseen.

Como explica el autor en el prefacio, “El presente libro revisita una Europa que existió y que es antípoda de la que ahora se ofrece como retrato oficial. Si se mantiene el adjetivo que, generosamente, J.Mª Valverde aplicó a Afinidades vienesas, ésta es la segunda entrega de lo que cabría llamar una trilogía ‘europea’. Como Afinidades, Constelación se desdobla en un Libro primero y un Libro segundo, pero aquí el espectro es más amplio. Si en cada capítulo de Afinidades un autor iluminaba a otro, aquí tales emparejamientos ceden su lugar a una multipolaridad con puntos de enlace en los diferentes niveles; y ello se corresponde con la idea de ‘constelación’: una forma diseminada en puntos que brillan con diversos grados de proximidad y que a veces dejan una estela que se apaga para reaparecer luego”.

Pocos títulos están mejor escogidos. El trabajo de Josep Casals es un mosaico de las ideas que imperaron entre la Comuna de París y la década de los años sesenta. Por sus páginas deambulan las grandes figuras del pensamiento, de la literatura, del cine y de las artes en general, que vivieron aquella intensa centuria. Offenbach, Manet, Rimbaud, Gauguin, Cézanne, Valéry, Rodin, Camille o Paul Claudel, de un lado, y Bataille, Leiris, Blanchot, Lacan, Duchamp, Unica Zurn, Bellmer, Duras, Barthes, Foucault, Genet o Deleuze, de otro, son algunas, entre muchas más, de las figuras que el filósofo catalán estudia. La estética y la filosofía predominan en un texto marcado por la pluralidad y los planos multifocales que crean una red de influencias en la que todo está conectado.

CONSTELACION DE PASAJES - MANET - JARDIN TULLERIASLa historia es al final un personaje secundario en la obra. Tan sólo aparece como contexto y lienzo sobre el que Josep Casals va dibujando las ideas de quienes estudia. Napoleón III, Luis II de Baviera (el Rey Loco) o Hitler sirven como contrapunto a los artistas y filósofos de la época. El período que abarca es un siglo de profundas transformaciones y de drásticos cambios de paradigmas ideológicos. Los sentimientos de plenitud y progreso que recorren las últimas décadas del siglo XIX dieron paso a una amarga sensación de decadencia, que permitió la llegada del terror totalitario. Este proceso fue captado a la perfección por escritores y artistas que supieron plasmar en sus obras los derroteros de una sociedad sin rumbo fijo. Por supuesto, el filósofo catalán ahonda en el sentimiento de fin de ciclo que sirvió de inspiración a las grandes mentes de la época.

Sirva como ejemplo de esa combinación entre estética, filosofía e historia, la reflexión que transcribimos: “Ahora bien, aun habiendo departido con Napoleón III acerca de las glorias de Francia, la escena en que Ludwig habita difiere en muchos aspectos de la teatralidad que representa el pseudocésar. En ambos casos irrumpe el consumo de imágenes como remedio del tedio. Pero en el Múnich wittelbachiano no se da esa vertiente cínica del Segundo Imperio que conjuga guerra, evanescencia y especulación. Múnich es la capital de otra suerte de décadence. La de un esteticismo cuyo gusto por lo pintoresco oscila entra la chanza rústica y el Kitsch industrial: no en vano esta palabra, Kitsch, parece haber nacido a orillas del Isar en esa ‘ciudad de arte’ a la que afluía un incipiente turismo atraído por los monumentos de Luis I o los eventos de Palacio de Cristal erigido por Maximiliano IV, y en la que abundan las firmas dedicadas a reproducir imágenes y objetos artísticos o religiosos”.

El cine también ocupa un lugar destacado en la obra, como catalizador y nexo de unión entre capítulos. Las películas de Jean-Luc Godard, François Truffaut, Jean Renoir o Luchino Visconti tienen la misma consideración artística e intelectual que los poemas de Rilke o de Baudelaire, las novelas de Thomas Mann, las composiciones de Offenbach o los cuadros de Cézanne. Como explica Casals, “El cine responde a las condiciones y requerimientos de la modernidad en este plano en el que técnica reactualiza una fuerza visionaria como la que podía obtenerse por la mística y la magia”.

Somos conscientes de que en una reseña como esta resulta imposible abordar gran parte del contenido de la obra, tantas son las cuestiones cuya complejidad suscita. Invitamos al lector a que vaya descubriendo por sí mismo la Europa que refleja Casals en su Constelación de pasaje. Una obra sin principio, nudo y desenlace, que recorre los entresijos de una sociedad, la europea, sometida a un profundo proceso de transformación y que, en cierto modo, no difiere tanto de los fenómenos que hoy estamos atravesando.

Josep Casals (Barcelona, 1955) es licenciado en Filosofía y doctor en Historia del Arte. Actualmente ejerce como profesor de Estética y Teoría del Arte en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona. Es autor de El expresionismo, Orígenes y desarrollo de una nueva sensibilidad, L’entusiasme i l’acció, Giordano Bruno i la crisi del Renaixement y Afinidades vienesas. Sujeto, lenguaje, arte. Ha publicado numerosos artículos en periódicos y revistas, así como la ‘Introducción’ a la edición en castellano del almanaque El jinete azul y trabajos en volúmenes colectivos.

*Publicada por la editorial Anagrama, noviembre de 2015.