En un arranque de oportunidad que es de justicia, la FAES ha tenido el acierto de publicar una magistral biografía del que tal vez sea –muy al pesar de los demócratas– el político español del siglo XX cuya memoria más raramente se invoca. Monumental desperdicio. Ha quedado el recuerdo de Canalejas preso como en un limbo donde la ignorancia y los prejuicios se dan la mano para cubrir con el vergonzante velo del olvido el ejemplo de quien parió lo que hoy conocemos como socialismo democrático español. El profesor Salvador Forner, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante, firma un libro necesario y ajustado a la marmórea gravedad de los primeros años del siglo XX en España.
A Canalejas le ocurre lo que a casi todos los políticos de la Restauración: que contribuyó –como Maura, Silvela o Cánovas– a restar visceralidad al oficio del gobierno, algo radicalmente atentatorio contra la idiosincrasia belicosa del pueblo español; y el pueblo pasa factura siempre. El siglo XIX, con la guinda del sexenio revolucionario, introdujo en el ethos patrio la inveterada inclinación al golpismo, la costumbre de echar mano a la cartuchera para hacer política y el desprecio no siempre justificado a la figura del Monarca. El huracán decimonónico dejó la rojigualda hecha jirones, necesitada más que nunca de un pespunte regenerador. Canalejas –y Maura, y Silvela, y Cánovas– asume el encargo de quitar plomo –si bien el plomo dio muerte a unos cuantos– y transformar nuestro primitivo sistema caciquil en una democracia moderna. Con todo, el hecho de ninguno blandiera una espada ha contribuido al desdén con que les miran numerosos historiadores y estudiosos.
Además de su innegable habilidad para el regate político, el ferrolano se granjeó un acrisolado prestigio como intelectual, pues la erudición constituía por entonces un activo bien valorado en la cuadrilátero de la cosa pública (¿No es acaso tarea inasumible la de encontrar entre los políticos de hoy hojas de servicios tan lucidas como las de Jovellanos o Canalejas?) Sirvan estas pinceladas para ilustrar la excelencia intelectual de don José Canalejas: tradujo del francés, a la edad de diez años, la novela Luis, el joven emigrado. En 1875, con veintiuno, publicó en dos tomos Apuntes para un curso de literatura latina. Se doctoró en Derecho y Filosofía y sus libros Derecho Parlamentario Comparado y Estudios sobre las Regalías de la Corona de España todavía se citan recurrentemente en multitud de trabajos de investigación.
Fue el encono de José Canalejas Méndez, cuatro veces ministro, presidente del Congreso y presidente del Consejo de ministros entre 1888 y 1910, el que permitió la construcción de una alternativa liberal de izquierdas compatible con la monarquía constitucional de Alfonso XII. Logró encontrar un encaje digno para el pensamiento socialista moderado en el sistema político diseñado por Cánovas del Castillo y, para ello, se vio obligado a renunciar a algunas de sus pretensiones republicanas, sabedor de que la política no es más que un juego de cesiones y conquistas. En su evolución ideológica, supo pulir su radicalismo del sexenio revolucionario para convertirse en pocos años en un liberal de izquierdas que defendió en un entorno hostil la laicidad de la nación y la necesidad de reforzar los mecanismos públicos de protección al ciudadano. En este extremo, Canalejas se separa de la tradición liberal y clava la pica de la socialdemocracia reformista en España, una suerte de mixtura entre el liberalismo de siempre y el socialismo que empezaba a asentarse en Europa.
El 12 de noviembre de 1912 el anarquista Manuel Pardiñas asesinó a don José Canalejas Méndez quien, fiel a su bibliofilia, contemplaba el escaparate de la librería San Martín en la Puerta del Sol. Su muerte a los cincuenta y ocho años puso fin a un ilusionante proceso regenerador, empero, ahora que los ciudadanos nos revelamos ansiosos de ejemplaridad pública, merece la pena recuperar la figura de políticos como Canalejas, pues él, entre otros, marcó un camino de brillantez, magnanimidad y sentido de Estado a los que le sucedieron en el tiempo y en los cargos.
Salvador Forner es Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante. Titular de la Cátedra Jean Monnet de Historia e Instituciones de la Europa Comunitaria. Ha sido becario en la Academia Española de Historia y Arqueología en Roma y profesor visitante en la Universidad Sorbonne Nouvelle (París III). Entre otras líneas de investigación, ha dedicado especial atención a la historia política y electoral del período de la Restauración en España siendo numerosas sus publicaciones sobre dicho período, entre otras: Cuneros y caciques (en colaboración con Mariano García, 1990), Canalejas y el Partido Liberal Democrático (1993), Democracia, elecciones y modernización en Europa: siglos XIX y XX (editor, 1997) o Segismundo Moret. Textos sobre la cuestión colonial (2001).
*Publicado por la Fundación FAES, abril 2014.