GRANDE - BELLATERRA - ENTRE ARQUEOLOGOS Y LEONES

Entre arqueólogos y leones. Un apasionante viaje al origen del ser humano
Manuel Domínguez-Rodrigo y Alberto Gómez Castanedo

La búsqueda de los orígenes del ser humano ha de situarse al mismo nivel (de importancia, de dificultad, de mérito) que el de las investigaciones en torno al origen del universo, la exploración de los confines del espacio o los intentos por identificar las partículas subatómicas. Implantar en una sociedad muy religiosa (como fue la occidental de finales del siglo XIX y principios del XX) la idea de que no procedemos de un paraíso perdido, sino que somos el fruto de una lenta evolución a lo largo de cientos de miles de años, es un logro tan revolucionario (algo que a veces se nos olvida) como el de probar que la tierra no era plana o que nuestro planeta no era el centro del universo.

Hoy todos sabemos (o, al menos, deberíamos saber) que los primates son nuestros antepasados lejanos. Más complicadas son para el gran público las respuestas a preguntas tan trascendentales como el cuándo, el cómo, el dónde y el por qué de la aparición del hombre. Entre otras razones, porque ni los propios expertos se ponen de acuerdo en sus tesis o, directamente, desconocen algunas de aquellas respuestas. A pesar de los grandes avances técnicos y científicos alcanzados en las últimas décadas en la arqueología, la geología o la paleoantropología, muchos interrogantes siguen sin resolver y, hasta el momento, los especialistas tan sólo han conseguido plantear hipótesis o teorías más o menos sólidas. Todavía queda mucho camino por recorrer.

La obra Entre arqueólogos y leones. Un apasionante viaje al origen del ser humano* de Manuel Domínguez-Rodrigo y Alberto Gómez Castanedo es un humilde, pero excepcional, intento por acercarnos al mundo de la paleoantropología (no se asusten tan pronto con el término y denle una oportunidad) y a la historia más remota del hombre. El libro es, al mismo tiempo, una invitación al lector para hacerle partícipe de ese viaje a lo aún inexplorado de su pasado. Como Manuel Domínguez-Rodrigo pone de manifiesto en el prefacio de la obra, “Queremos contar la historia de la humanidad siguiendo la pista a su descubrimiento y al desarrollo de la paleontrolopogía como disciplina. Le seguimos el rastro a los descubrimientos de eslabones perdidos hasta llegar a la cadena de seres prehistóricos que conocemos en la actualidad. Y ello lo usamos como excusa para hablar de los procesos fundamentales que podemos debatir paleoantropológicamente y que le han dado forma”.

YACIMIENTO EN INDONESIAEstamos ante una obra amena y no muy compleja (aunque en ocasiones los autores deban acudir a un lenguaje más técnico, dada la materia que están tratando) cuya originalidad, a nuestro juicio, reside en las tres lecturas que se pueden hacer de ella, combinando las vivencias personales de los investigadores con el enfoque divulgativo. Para los autores “El libro se convierte en un híbrido de divulgación sobre la evolución humana y libro de viajes, para que el lector, en función de su estado anímico, pueda moverse entre capítulos, sin tener que perder el hilo de la narración si se salta alguno”.

Algunos capítulos –no necesariamente consecutivos- de la obra están dedicados a relatar las experiencias de Manuel Domínguez-Rodrigo durante sus investigaciones en África. Para quienes trabajamos entre cuatro paredes rodeados de todo tipo de tecnologías, las circunstancias en las que se desarrollan sus trabajos son una mezcla de aventura, supervivencia y “condiciones extremas” que despiertan, por igual, la envidia y el respeto. En esos capítulos descubrimos cómo funcionan y se organizan los yacimientos arqueológicos o las dificultades que han de superar los investigadores para poner en marcha sus proyectos; asistimos al día a día de un campamento y grosso modo descubrimos cómo transcurre la vida en la sábana africana.

Quizás estos capítulos sean los más originales, en la medida en que descubren aspectos de la arqueología o la paleoantropología ajenos al gran público, pues no suelen aparecer en este tipo de obras divulgativas. Por cierto, no dejen de leer el capítulo 18, “Leones contra leones”, reflejo de cómo el ser humano, por muy civilizado que sea, acaba por desvelar su verdadera condición envidiosa y competitiva cuando la fama, el prestigio y el dinero entran en escena, ya sea en las universidades más prestigiosas del planeta o en un garganta perdida en el continente africano.

Otra lectura de la obra es la que ofrecen los capítulos destinados a explicar la evolución de la paleoantropología desde sus orígenes, cuando no era sino una simple afición, hasta su completo desarrollo científico. A través de ellos conocemos las aportaciones de personajes tan destacados como Linneo, Boucher de Perthes, Charles Darwin, Thomas Huxley, Raymond Dart, Owen Lovejoy o Louis Leakey, entre otros muchos. En estas páginas, además de descubrir a los grandes protagonistas de la arqueología, se exponen las distintas teorías que han predominado sobre el origen del ser humano y se narran los hallazgos más importantes (o fraudes, como el hombre de Piltdown). Su lectura nos acerca a los debates que hoy se mantienen en el seno de esta disciplina.

GARGANTA OLDUVAILa tercera lectura está íntimamente ligada a la anterior, hasta el punto de que en numerosas ocasiones (especialmente los últimos capítulos) se funden en una sola. Los autores intentan revelarnos el tránsito desde nuestros antepasados primates hasta la aparición del homo sapiens, y para ello acuden a la descripción de las variaciones morfológicas de los simios y describen los cambios ambientales y las interpretaciones antropológicas sobre el comportamiento social de los primeros homínidos. En el curso de este tránsito Manuel Domínguez-Rodrigo y Alberto Gómez Castanedo conceden una especial relevancia a una serie de factores determinantes: la aparición del bipedismo (“La principal innovación de estos homínidos fue la incorporación del bipedismo”); las específicas condiciones climáticas y geológicas (“Un evento fortuito, como fue la formación del Rift en África oriental, coincidiendo con un cambio climatológico de más global alcance, desencadenó una serie de modificaciones a partir del acervo genético de un tipo concreto de primates, que dio lugar a la aparición de los homínidos”); el comportamiento social (“Resulta que la esencia de lo que nos hace humanos es que cooperamos para obtener alimento y, más importante, esto lo hacemos porque el objetivo es compartir el alimento con otros. Y esto lo hacemos por elección y no por determinación genética”) y la capacidad craneal del Homo. Cada uno de estos elementos es objeto de un capítulo propio en el que se nos explica con detalle, pero sin abrumar (al menos casi siempre), el papel que jugaron en la aparición del ser humano y el estado en que actualmente se encuentran los estudios sobre las respectivas materias.

Concluimos esta reseña con la reflexión que uno de los autores vierte en las últimas páginas del libro: “Ahora es un momento privilegiado porque incluso nos estamos empezando a acercar a los procesos que produjeron eso que llamamos ser humano. Este conocimiento es precioso y como tal relevante para todos. En su aspecto más práctico, lo que nuestra evolución nos revela es que somos en esencia libres, una vez que superamos los condicionantes que nos imponen nuestra biología y nuestra cultura”.

Manuel Domínguez-Rodrigo (Madrid, 1968) es profesor titular del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense. En 2010 fue Premio Nacional de Investigación de la Sociedad Geográfica Española. Ha sido profesor visitante en departamentos de antropología de varias universidades estadounidenses. Es experto en tafonomía, zooarqueología y arqueología africana del Plio-pleistoceno. Desde hace veinticinco años dirige proyectos de investigación en África (Etiopía, Kenia, Tanzania y Suráfrica).

Alberto Gómez Castanedo (Santander, 1971) es licenciado en Historia por la Universidad de Cantabria (2000). Actualmente está elaborando su tesis doctoral sobre historia de la paleoantropología en dicha universidad. Ha trabajado como técnico superior de arqueología para el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC).

*Publicado por la editorial Bellaterra, octubre 2014.