Historia de España contemporánea
José Luis Comellas

Algunas de las más perceptivas descripciones que Ortega y Gasset realizó sobre el alma de lo español se hallan recogidas, curiosamente, en ese libro recopilatorio que recibió el nombre de «La Deshumanización del arte«. En uno de sus artículos, mientras analizaba la figura de Zuloaga como lumbrera de la pintura española de su época, el filósofo madrileño iba acuñando afirmaciones sintomáticas de su concepción del país: «España es una idea general, un concepto histórico«, llega a decir. Pero si es un concepto ¿cuál será su contenido? ¿Qué es España y quiénes somos los españoles?

Respuestas a éstas y otras preguntas similares han sido elaboradas por infinitos historiadores y plasmadas en amplios y extensos volúmenes. La historia de nuestro país es una inagotable sucesión de eventos, personas y realidades contrapuestas. Pocas naciones en el mundo tienen unos cinco últimos siglos semejantes a los nuestros, y todavía menos una historia reciente que pueda acercársele en complejidad.

CUADRO CORTES CADIZ 1812Estos motivos hacen que un libro como Historia de España Contemporánea* sea tan importante. Los siglos XIX y XX son el Everest de la historiografía española; si los anteriores transcurren en una sucesión más o menos mecánica, éstos pertenecen al reino de lo cuántico. Son un laberinto de nombres, fechas e ideologías que a veces ni con un hilo de Ariadna se pueden recorrer. Y pocos siglos han sido objeto de un maltrato tan sistemático por los historiadores, especialmente el XX. Es bastante difícil encontrar libros o manuales que, de manera clara y honesta, se enfrenten a los hechos tal y como fueron. Se requiere un fuerte sentido de deontología histórica para no dejarse llevar por la corriente ideológica de lo popular y lo políticamente correcto. José Luis Comellas lo consigue en esta obra.

Publicada por primera vez en 1988, Historia de España Contemporánea ha venido siendo modificada por su autor hasta la edición aquí reseñada, que nos ofrece un mapa guía de los últimos doscientos tumultuosos años de nuestra historia. Gracias a ella uno puede percibir la realidad española en su conjunto y no estratificada, como si se tratase de compartimentos estancos. Comellas clasifica las sucesivas etapas por períodos que revisten características similares, lo que implica que algún capítulo pueda llegar a abarcar un segmento de tiempo más amplio que otros. Y pese a todo, persiste a lo largo del libro la sensación de que la historia de España es una cadena ininterrumpida, una secuencia de causas y efectos que desde los años de Pompeyo hasta los del 15-M no ha sido alterada.

El prólogo del libro nos ofrece una síntesis del significado del término «Edad Contemporánea», con una somera explicación que permite al lector situarse en los prolegómenos de la revolución ilustrada y el mundo napoleónico, punto de arranque de la obra. Apoyándose en una descripción del Antiguo Régimen, nos advierte Comellas al adentrarnos en la era decimonónica que «el salto cualitativo entre lo moderno y lo contemporáneo es en España, al menos por lo que respecta a las formas más exteriores y visibles del suceder histórico, francamente espectacular«.

RETRATO CANOVAS DEL CASTILLOLa crisis de la monarquía, el advenimiento de la breve dinastía Bonaparte, la guerra y el fatigoso reinado de Fernando VII son diseccionadas en el primer capítulo. Especialmente brillante se muestra el análisis de las Cortes de Cádiz, tanto de sus preparativos como de su desarrollo y posterior defunción. No tiene miedo Comellas a romper estereotipos creados generaciones atrás, y sus afirmaciones del tipo «en 1814 España era teóricamente, y junto con los Estados Unidos, el país más liberal del mundo» hacen entusiasta la lectura.

El segundo capítulo se centra en la generación romántica, los años 1833 a 1868, y, por tanto, en el colorido reinado de Isabel II. Empezamos a vislumbrar los tremendos particularismos que hacen de la estructura política de España una ecuación difícil de resolver. Moderados, liberales, Narváez, Espartero, O’Donnell, y hasta un baile con la reina, cobran importancia en el devenir histórico de la nación. El doctrinarismo, la fiebre del ferrocarril, los baños de la Reina en la playa; todo conforma un tapiz refulgente de casticismo y españolería sobre los que se asientan las bases de la España que conocemos hoy. Ahí están las magistrales lecciones de Bravo Murillo, las reformas de Javier de Burgos, las desamortizaciones, las metalurgias de los Ibarra, ahí está España.

Durante estos años y los treinta siguientes (capítulo tercero) el concepto de las dos Españas, acuñado por Juan Van Halen, empieza a cobrar preeminencia. Vemos una sociedad cainita casi por genética, en la que todo son embrollos y discusiones axiomáticas. Lo único que une al pueblo español es el enemigo exterior, más allá del cual todo es desunión. Por eso los años de Revolución y Restauración que nos describe Comellas son tan vivos y reales.

A partir del asesinato de Cánovas –»todo lo que no es posible es falso en política«- y la crisis del 98 comienza la época regeneracionista que desembocará en la Segunda República, y ésta, a su vez, en una Guerra Civil a la que parecía estar abocada España como por un canto de sirena. Y no hay en el libro, cosa que se agradece, un intento por disimular actitudes, echar culpas, o acudir al socorrido «y tú más», tan propio de la historiografía que se centra en esta época. Se entiende mejor la Guerra Civil y sus antecedentes en apenas noventa páginas que en algunos interminables manuales que deambulan por el mundo.

PROCLAMACION SEGUNDA REPUBLICAPara Franco hay reservado un capítulo entero, acaso el más corto. Guste o no, se trata de un personaje sobre el que no abundan las radiografías imparciales. Todo parece decaer en un Franco sí o Franco no. Libros donde se hable de la época de Franco con la balanza de antemano libre de cargas son, si no imposibles, bastante poco frecuentes. Una vez más el catedrático de la Universidad de Sevilla consigue dejar de lado cualquier consideración personal, que seguro tendrá, y nos permite formar nuestras propias conclusiones de manera imparcial.

También son objeto de estudio el advenimiento de la democracia y los sucesivos gobiernos hasta el actual. Porque no hay perspectiva histórica suficiente, o porque el autor así lo ha querido, esta es la parte más floja del libro; con todo, el nivel sigue siendo excelente.

Estamos, por tanto, ante una obra que pretende ejercer una función de guía, de apoyo indispensable para navegar por estas borrascosas aguas. Un libro que, como señala la contracubierta, «va dirigido tanto a universitarios como a todos aquellos que deseen recorrer con hondura y brevedad estos siglos de nuestra historia«.

José Luis Comellas (Ferrol, 1928) fue Premio Nacional de Investigación Menéndez Pelayo y profesor de Historia Contemporánea en las Universidades de Santiago y Navarra. Catedrático de la misma disciplina en la de Universidad de Sevilla desde 1963, hasta su jubilación y Profesor Emérito de esta Universidad. Autor de numerosos libros sobre Historia (y astronomía).

*Publicado por la editorial Rialp, febrero 2014.